Los padres de Sandra Peña, la alumna de 14 años del colegio Irlandesas de Loreto de Sevilla que se quitó la vida tras sufrir presunto acoso escolar, han sido citados a declarar el próximo 12 de noviembre ante la Fiscalía de Menores. La comparecencia se producirá en calidad de testigos perjudicados, según confirmó un portavoz de la familia.
El Ministerio Público mantiene abiertos dos expedientes relacionados con el caso: uno centrado en las menores supuestamente implicadas en el acoso y otro para determinar si el centro educativo privado concertado pudo tener algún tipo de responsabilidad en los hechos.
La citación de los padres se suma a la declaración que ambos ofrecieron hace unas semanas ante la Policía Nacional. Este cuerpo policial ha desarrollado una investigación para esclarecer las posibles responsabilidades derivadas del suicidio de la joven, un proceso que ha incluido el análisis del teléfono móvil de la víctima y de su actividad en redes sociales.
Fuentes citadas por el Diario de Sevilla señalan que la investigación del Grupo de Menores de la Policía estaría prácticamente concluida, a falta de que la Fiscalía decida si ordena nuevas diligencias. En el marco de esa investigación fueron citadas tres adolescentes como presuntas autoras del acoso, una de las cuales optó por no declarar.
Más de una decena de testigos
Además de las supuestas agresoras, más de una decena de testigos, en su mayoría compañeros de clase, han prestado declaración ante los agentes. Las fuentes consultadas indicaron que el análisis del teléfono móvil de la menor no habría revelado información relevante para el caso.
La familia de Sandra Peña permanece a la espera de los resultados tanto de la investigación de la Fiscalía como de las actuaciones de la Consejería de Desarrollo Educativo. Este organismo ordenó, a través de la Inspección, que las presuntas implicadas siguieran las clases de forma telemática desde sus domicilios como medida cautelar para proteger a la comunidad escolar.
Los padres de la joven habían denunciado previamente al colegio la situación de acoso que sufría su hija y habían aportado un informe psicológico. La familia lamenta la falta de respuesta por parte del centro y estudia la posibilidad de emprender acciones legales propias mientras avanzan las investigaciones oficiales.
