Tras siete meses de trabajo de restauración, por fin se conoce el acabado del Arco de la Macarena. A falta de diez días para que lo crucen el Santísimo Cristo de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza Macarena en su recogida, el Ayuntamiento ha acabado una obra que comenzó en agosto y que pretendía recuperar el color original del monumento.
Finalizan las obras de rehabilitación del Arco de la Macarena que han permitido que este BIC recupere una tonalidad respetuosa con los colores originales, empleando materiales que permitirán conservar mejor este monumento.
— Ayuntamiento de Sevilla (@Ayto_Sevilla) April 5, 2022
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En unas declaraciones del alcalde, Antonio Muñoz, recogidas por Europa Press en febrero, el regidor confirmaba que iba a estar listo para antes de Semana Santa. Además, en la nota, diversos expertos adelantaban que mantendría el color albero de siempre, pero con un tono menos intenso, como finalmente ha sido. También señalaban que el revestimiento iba a ser "mucho más acorde" con la categoría de Bien de Interés Cultural.
La rehabilitación ha permitido recuperar los pináculos de remate y las policromías de las cornisas. Además, se han descubierto muestras del almenado medieval, elementos decorativos del XVIII, policromías y esgrafiados en ocre, rojo, almagro y negro, una cámara de guardia - que se preservará con un vidrio - y un antiguo retablo desaparecido en el interior. El Ayuntamiento de Sevilla también ha expresado que "el Arco de la Macarena mantendrá su carácter peatonal, con la ordenación del tráfico establecida desde el inicio de las obras, sumando así espacio para el peatón junto a la plaza de la Basílica de la Macarena y a las obras de la Ronda Histórica".
Sin embargo, esta nueva presencia no ha gustado a todo el mundo. Algunos se han mostrado satisfechos por recuperar una imagen que puede ser lo más cercana a la que presentaba el Arco durante sus primeros años de vida. Pero otros han criticado la pérdida del tono albero, más alegra que el actual con comentarios como "¿qué han hecho?" o "el Arco está pálido, le han quitado la alegría". Ahora mismo rompe con los tonos de la Basílica, aunque la Hermandad ya ha manifestado la intención de adecuarla al Arco.
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