Alejandro es policía local en Sevilla, sufrió 'bullying' por su orientación sexual y hoy ayuda a otros menores

Alejandro es agente de la Policía Local en Sevilla. Pero tiene funciones más allá de las habituales. Porque es agente-tutor, dentro de un programa que trata de mejorar la convivencia en el entorno escolar, detectando conductas problemáticas, tanto para el propio menor como para terceros. En Sevilla, hay una treintena de agentes que actúan en centro a modo de prevención, por ejemplo, para alertar sobre ciertas conductas en las horas de ocio, o el abuso de sustancias. Pero también contra el bullying.

En este 2 de mayo se celebra el Día Internacional contra el Acoso Escolar. Y Alejandro ha explicado que él mismo fue víctima de ello. "De niño sufrí acoso. Era una violencia física, simplemente pegarte, porque eras diferente o porque ellos entendían que te tenían que agredir". 

Esa "diferencia" de la que habla Alejandro tiene que ver con su orientación sexual, que se trasladaba a su forma "de expresarme, a lo mejor moviendo mucho las manos o la forma que tenía de hablar", que "no encajaba con lo que en ese momento muchos compañeros entendían. Y, por eso, había que lesionarme de alguna manera".

Por todo ello, en este contexto, "desde muy pequeño entiendes que hay algo que no puedes hacer, algo con lo que no puedes ser libre". Hoy, "evidentemente han cambiado muchas cosas, gracias al activismo que se ha estado realizando desde hace mucho tiempo por asociaciones y por la visibilidad que se le ha estado dando al colectivo". E incide: "El nuestro es solo un colectivo más de todos los que pueden sufrir violencia".

Alejando es Agente Tutor de la Policía Local de Sevilla y sufrió #AcosoEscolar siendo niño.
Actualmente desde su trabajo como Policía Tutor ayuda a los menores sevillanos que soportan una situación similar a la que él vivió.
Con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar… pic.twitter.com/zSnB4jtDu8

— Emergencias Sevilla (@EmergenciasSev) May 2, 2024

Este agente tutor relata que efectivamente, la orientación sexual es uno de esos, pero también alerta sobre "la gordofobia", cada vez más presente en las aulas. "Cumplir unos cánones de belleza tanto para hombres como para mujeres, aunque quizás para mujeres mucho más cruel". Y avisa de que sirven de 'excusa' para la violencia en las aulas "las discapacidades, en todos sus rangos, y por último las etnias o creencias".

Como agente tutor, su labor es ser "un recurso" para los profesionales que trabajan con menores, ya sean servicios sociales, docentes, orientadores o educadores sociales. Pero "nos estamos encontrando que los menores tienen un gran problema con las familias". 

Y es claro: no hay un manual de aprendizaje para ser padres. Y, a menudo, "sus carencias se trasladan a sus hijos", algo que "necesitamos que comprendan". "Es algo que también hizo mi madre conmigo". "Necesitamos formarnos también como padres para poder darle lo mejor y los mejores derechos a nuestros menores".

El programa de agente-tutor en Sevilla

El Programa Agente Tutor de la Policía Local, coincidiendo con el Día Internacional contra el Acoso Escolar, lleva seis meses trabajando esta problemática en los colegios sevillanos con sus charlas de prevención contra el acoso escolar y alertan de la importancia de los “espectadores”.

La Policía Local imparte estas charlas de forma permanente en los centros escolares, ya que se trata de temas atemporales que conviven con las charlas específicas que se dan en determinadas épocas del año como puedan ser Halloween, Navidad o las Fiestas Primaverales.

Desde el Programa Agente Tutor existe un compromiso real y efectivo en la prevención e intervención de los casos de acoso escolar. Respecto a la prevención: se valen de charlas y talleres preventivos que tratan de sensibilizar y hacer consciente al alumnado de la importancia que radica en los tres roles principales que se pueden dar en el acoso escolar, el agresor, el agredido y los espectadores.

¿A quién van dirigidas las charlas?

En el caso del agredido se presta especial énfasis a la importancia de comunicarlo con la mayor brevedad al equipo docente y su familia, minimizando el miedo a las represalias y dotándolos de estrategias y herramientas de apoyo.

Respecto al agresor, se empieza por explicar qué es acoso (muchos se sorprenden, ya que el acoso lo entienden como bromas o una manera de reírse en grupo, y no son conscientes del daño que se puede provocar). Los agentes visibilizan las conductas que forman parte del abanico de este tipo de violencia en las aulas, extendiendo las mismas al ciberespacio y especialmente a las redes sociales.

Una parte importante en los casos de acoso escolar son los alumnos que pueden formar parte del grupo de espectadores. Con ellos es imprescindible trabajar para erradicar el problema, se les expone los tipos en los que pueden verse implicados: el asistente, el reforzador, el observador y el defensor, así como la obligación que tienen de informar de los hechos observados al equipo docente, familia o profesionales capacitados para actuar, como son los agentes tutores.

¿Cómo se desarrollan las charlas?

La pedagogía empleada es activa y dinámica, además de las imágenes, videos, y rueda de preguntas, se utiliza el rol play, reproduciendo diferentes escenarios que los propios alumnos interpretan, identificando y solventando los casos reales que expone el agente tutor.

En referencia a la intervención, los agentes tutores siguen un patrón multidisciplinar y respetando los protocolos existentes, contando con el equipo directivo del centro de referencia donde ha sido detectado el caso de acoso, Servicios Sociales, Servicio de Salud y de ser necesario por la gravedad o competencias asumidas, otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Fiscalía de Menores.

¿Cómo se detectan los casos de acoso?

La mayor parte de las veces son los propios menores los que tras una charla-taller manifiestan espontáneamente que son víctimas de acoso escolar o ciberacoso. En otras es un alumno o grupo de alumnos los que se aproximan a denunciar la situación que se está produciendo con un compañero. Lo que es notable, y está ayudando a minimizar los casos de acoso escolar, es la confianza que se está generando entre menores y los agentes tutores, así como la colaboración integral que se les facilita a los centros educativos en la erradicación de este tipo de violencia. Intervención, apoyo, asesoramiento, seguimiento, entre otras.

Actualmente, existen tres casos abiertos en los que se está trabajando en unión al equipo directivo de cada centro. El primero, coincidente con un grupo de adolescentes (secundaria) que menosprecian e insultan a una compañera por su complexión física y su sobrepeso ante la clase, por un periodo de más de seis meses. La víctima sufre a día de hoy un trastorno alimenticio derivado del deseo de estar delgada.

El segundo caso, se trata de un adolescente (secundaria) que sufre ciberacoso desde que comenzó el año escolar por parte de varios compañeros de clase, donde se le estigmatiza por su orientación sexual con insultos y bromas pesadas, actualmente en tratamiento psicológico. Por último, un niño (primaria) al que dos compañeros de su misma clase acosan tirándoles los cuadernos y lápices de la mesa, pintado sus cuadernos, quitándoles material del estuche, y mofándose de su nombre ante los demás. El primer caso llega a los agentes tutores por la víctima, en el segundo y tercero son los compañeros de clase quienes dan la voz de alarma.

Para los agentes tutores es muy importante la actuación en los tres roles, víctima, agresor y espectador, no con el objeto de victimizar al agredido, o provocar una victimización terciaria en el agresor, sino con la finalidad de informar, apoyar y sensibilizar a niños, adolescentes y sus familias, que sufren las consecuencias sea cual sea el rol que adquiere su hijo. En la mayoría de los casos las familias desconocen la situación que están viviendo sus hijos hasta el momento de ser informados por el centro escolar o el equipo de agentes tutores.