Activistas de Sevilla, integrantes de diversas organizaciones sociales, feministas, sindicales y ecologistas –entre ellas Ecologistas en Acción– están participando en la Marcha Global a Gaza, una movilización internacional que ha reunido a más de 4.000 personas procedentes de distintos países con el objetivo de llevar ayuda humanitaria al paso de Rafah, exigir el fin del genocidio en Gaza y reclamar el cumplimiento del derecho internacional.
La marcha, de carácter pacífico y solidario, ha sido duramente reprimida por las autoridades egipcias. La Policía ha bloqueado el avance de los manifestantes mediante el uso de la fuerza, detenciones arbitrarias, deportaciones forzadas y la imposición de restricciones severas en puntos estratégicos del recorrido. En varios de estos lugares se habían organizado sentadas pacíficas. Se estima que más de 200 personas han sido deportadas y otras muchas permanecen bajo supervisión en hoteles, sin acceso a asistencia jurídica ni información clara sobre su situación legal.
Críticas a la pasividad de la embajada española
Los activistas sevillanos que han participado en esta marcha han denunciado la inacción de la Embajada de España en Egipto, a la que acusan de presionar a sus propios ciudadanos para que abandonen el país en lugar de garantizar su libertad de expresión y de movimiento. "Lejos de proteger a sus ciudadanos y defender sus derechos fundamentales, la representación diplomática está presionando para que abandonen el país", han declarado.
En paralelo, la tensión ha aumentado con la interceptación del barco Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad, por parte del ejército israelí. La embarcación, que transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza, fue abordada de forma violenta en aguas internacionales, lo que representa una grave violación del derecho internacional marítimo. Sus ocupantes fueron detenidos y deportados.
Las organizaciones sociales de Sevilla expresan su más enérgico rechazo a esta represión y exigen una respuesta firme y pública del Gobierno español. España debe exigir al Gobierno egipcio el fin inmediato de la violencia contra quienes defienden la paz, y al Gobierno israelí el cese de los ataques contra la sociedad civil internacional. Asimismo, debe actuar con contundencia para garantizar la integridad, libertad y derecho a la protesta de todas las personas participantes en ambas acciones solidarias.
La delegación sevillana ha reafirmado su compromiso con la no violencia, la justicia global y la solidaridad. "Llevar ayuda humanitaria no es un delito. Exigir el fin de un genocidio no puede ser motivo de represión", han afirmado. En un mensaje dirigido a la opinión pública, han subrayado que “Palestina no está sola. La solidaridad no se detiene. La paz no se deporta"