El arzobispo interviene para que la joven sevillana con síndrome de Down sea madrina de un bautizo

Más de 4.000 vecinos firmaron una petición contra el cura que impedía a Noelia ser madrina, algo que ha provocado la intervención de la Archidiócesis

Noelia, la joven con síndrome de Down que quiere ser madrina de bautizo.
04 de noviembre de 2025 a las 11:54h

La Archidiócesis de Sevilla ha autorizado a Noelia Vargas, una joven con Síndrome de Down, a ejercer como madrina en el bautizo de su sobrino segundo, hijo de su primo Manuel, que se celebrará el 31 de enero en Benacazón. La decisión revierte la negativa inicial del párroco de la localidad, quien había rechazado su participación en el sacramento.

El caso generó una fuerte reacción entre familiares y vecinos, que interpretaron la negativa como un acto de discriminación. Más de 4.000 personas firmaron una petición para solicitar la destitución del sacerdote, al considerar que su postura vulneraba los derechos de las personas con discapacidad.

El comunicado de la Archidiócesis

El Arzobispo José Ángel Saiz Meneses ha emitido un comunicado este 4 de noviembre de 2025 en el que ha abordado los recientes acontecimientos ocurridos en la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, en Benacazón, relacionados con la elección de los padrinos para un bautizo. Según ha manifestado, durante los últimos días se recopilaron testimonios y datos sobre el caso, y se mantuvieron encuentros tanto con los familiares del bautizando como con el párroco de la comunidad.

Tras estas reuniones, la Archidiócesis ha acordado junto al sacerdote y a la familia autorizar la celebración del sacramento en la fecha prevista, permitiendo que los padres propusieran como padrinos a las personas inicialmente elegidas. El comunicado subraya que la decisión se ha tomado de manera conjunta y dentro de los cauces pastorales habituales.

La institución también recuerda que la Iglesia contempla diversas adaptaciones catequéticas orientadas a favorecer la inclusión de todas las personas dentro de la comunidad eclesial, basadas en el acompañamiento y en la prudencia pastoral. En este sentido, ha destacado la importancia de una atención pastoral que promueva la acogida y la participación de los fieles.

Finalmente, la Archidiócesis ha expresado su agradecimiento por la labor desarrollada en la parroquia por su párroco, el consejo pastoral, los catequistas, los voluntarios de Cáritas y los colaboradores de la liturgia y las hermandades. También ha lamentado los perjuicios derivados de la gestión de la situación, por lo que apela a la concordia y al diálogo como bases esenciales de la vida comunitaria.

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Emilio Cabrera

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