El 27 de agosto está prevista la celebración de una corrida de toros en Tarifa. Algo que no ocurría en el municipio desde hace siete años. La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anbpa) ha registrado un escrito formal en la sede electrónica del Ayuntamiento dirigida al alcalde, José Antonio Santos, solicitando su cancelación.
Anpba sostiene que, "al haber pasado ya siete años sin que en el municipio se haya realizado ningún espectáculo cruento de este tipo, que vuelvan ahora las corridas de toros supone una evidente retrogradación o retroceso social en su trato a los animales".
La asociación explica un conjunto de motivos con argumentos de "índole religiosa", para fundamentar su solicitud. En esta detalla que los ideales religiosos inspiran a la ciudad de Tarifa, demostrables en que el Ayuntamiento tarifeño nombró Alcaldesa Perpetua de Tarifa a la Virgen de la Luz, Patrona de la ciudad. Así, Anpba ha recordado que el artículo 2418 del Catecismo de la Iglesia católica "condena a los cristianos que hacen sufrir a los animales", al tratarse de una práctica "contraria a la dignidad humana". Un principio que ha remarcado recientemente el propio papa Francisco I en su Encíclica Laudato Si. También ha recordado que el término “animal” proviene del latín “ánima”, que significa “alma”, y que, según el Libro bíblico del Génesis, cuando Dios creó a los animales les llamó “nefesh” que, en hebrero, significa "almas".
A su vez ha argumentado que el papa san Pío V, en su bula De salutis prohibió los espectáculos taurinos, excomulgando a los cristianos que participaran en ellos o los consintieran. Y que en similar sentido se pronunciaron papas como Sixto V, Clemente VIII o Inocencio XI. De hecho, el papa Juan Pablo II, en su Audiencia General de 10 de enero de 1990 (3), afirmó "el soplo-espíritu de Dios" sostiene a los animales.
En su escrito al consistorio tarifeño, la asociación menciona a la sentencia de 30 de abril de 2018 en la que, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, al juzgar el más brutal de los festejos taurinos populares, el Toro de la Vega de Tordesillas, declaró que la tradición no sirve como argumento para justificar el mantenimiento de «ritos» contrarios a la sensibilidad social.
Según comenta la asociación, el escrito enviado contiene fotografías que ilustran el terrible "castigo que se inflige a los animales en una corrida de toros, con puyas, banderillas, estoque, descabello y cuchillo de apuntillar, que va destrozando los órganos músculos, nervios y órganos internos del animal en una dolorosa y lenta agonía, que acaba cuando el animal se ahoga en su propia sangre".
"No hay nada más injustificable para el ser humano que hacer sufrir a otro ser", concreta Anbpa.
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