Tensa e “histórica”, tal y como la describió el PSOE, fue la sesión plenaria celebrada en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que concluyó con la reprobación de la alcaldesa Carmen Álvarez, de Izquierda Unida, por parte de la mayoría de los grupos de la oposición: PSOE, PP y Vox. Un momento que marca un precedente en la política local, ya que es la primera vez en democracia que una regidora sanluqueña es reprobada en el pleno por el resto de partidos de la oposición..
El hecho fue calificado como un hito político por los socialistas, que insistieron en la gravedad del momento y en la pérdida de confianza hacia la gestión de Álvarez. La tensión entre los grupos municipales se hizo evidente desde el inicio de la sesión, en un contexto en el que Izquierda Unida gobierna en minoría, lo que ha complicado la aprobación de varias iniciativas.
Desde el PSOE, el viceportavoz Pacote Pizarro argumentó que la decisión responde a una “nefasta gestión económica y pésima gestión de la limpieza”, señalando que la ciudad atraviesa una “situación crítica” pese a disponer de más recursos. Los socialistas acusan además al equipo de gobierno de falta de transparencia y de incapacidad para alcanzar acuerdos con el resto de partidos.
Pizarro también criticó con dureza el estilo de liderazgo de la alcaldesa, a la que calificó de “mentirosa, déspota y sin capacidad para llegar a acuerdos”. El grupo socialista aseguró que ha recibido denuncias vecinales por supuestas “amenazas y chantajes” procedentes del entorno de la regidora. Ante ello, adelantaron que no participarán en la reciente “ronda de contactos” iniciada por Álvarez, al considerarla una estrategia para “blanquear” su gestión.
La defensa de Izquierda Unida
Desde el gobierno local de Izquierda Unida, la respuesta fue inmediata. El equipo de Carmen Álvarez lamentó que la reprobación del tripartito Vox-PSOE-PP busque "únicamente un titular” dentro de una estrategia de “seguir poniendo piedras en el camino” del trabajo municipal. El primer teniente de alcaldesa, David González, defendió la labor del gobierno en los dos años de mandato y recordó que muchos de los problemas actuales “son heredados de anteriores gobiernos del PP y del PSOE”. Afirmó que “la verdad está en la calle” y que el ejecutivo local “sigue trabajando barrio a barrio, en contacto directo y continuo con los sanluqueños y sanluqueñas”.
González destacó las obras de mejora realizadas en barriadas, plazas y calles, así como los avances en accesibilidad y saneamiento, incluyendo la retirada de tuberías de amianto. También subrayó proyectos clave como la remodelación del acceso a la ciudad por la carretera de Chipiona y la reapertura del histórico jardín de Las Piletas.
El portavoz de IU hizo balance de los fondos obtenidos por el Ayuntamiento, entre ellos 5,9 millones de euros del Acuerdo de Doñana, 5,8 millones para las obras de la Carretera del Práctico, y casi cuatro millones destinados al nuevo parque de bomberos. Añadió que también se han recibido 590.000 euros del Ministerio de Inclusión para la Oficina contra la Vulnerabilidad y la Pobreza.
La alcaldesa, según explicó, mantiene un contacto constante con la Administración central, la Junta de Andalucía y la Diputación de Cádiz, reclamando inversiones para proyectos de empleo y obras urbanas. Entre ellos, mencionó el asfaltado de doce calles en La Algaida con una inversión de 400.000 euros y las actuaciones en los viales del parque empresarial Las Dunas.
González aseguró que la prioridad del equipo de gobierno es “cuidar los barrios, mejorar la limpieza y terminar las obras inacabadas y abandonadas de anteriores fondos europeos”. En este sentido, recordó que el Ayuntamiento ha incorporado “14 trabajadores más dedicados específicamente a las barriadas” y que en las próximas semanas se sumarán “tres nuevos camiones de recogida de basura y tres barredoras”.
El responsable municipal adelantó además que “a principios del próximo año reanudaremos las obras de la antigua Cárcel Real para su apertura como Casa de la Cultura” y que se licitarán las obras de rehabilitación del Palacio Municipal con un presupuesto de 2,8 millones de euros.
En su intervención, González afirmó que el gobierno de Álvarez “es consciente de que hay que seguir trabajando duro y de que queda mucho por hacer, pero conserva intacto su compromiso”. Aseguró que “mociones como ésta lo único que hacen es impulsarnos aún más a seguir luchando por el bien de Sanlúcar”, lamentando lo que calificó de “ataques vacíos de contenido” por parte del tripartito. El primer teniente de alcaldesa animó públicamente a la regidora a “continuar trabajando por el bien de los sanluqueños y sanluqueñas”, destacando su “compromiso absoluto por el avance de la ciudad” y el respaldo de su equipo.
Finalmente, el Gobierno municipal pidió a PSOE, PP y Vox que “dejen de promover los discursos de odio” y de interrumpir los plenos con “faltas de respeto”, algo que –recordaron– el equipo de Carmen Álvarez “no va a consentir”. Insistieron en que el reglamento de la Corporación permite a la alcaldesa ampliar los turnos de palabra si lo considera conveniente, una prerrogativa que, según IU, no respetan los grupos de la oposición.
El ejecutivo local volvió a reclamar colaboración y responsabilidad a los tres grupos políticos, recordando que “ninguna formación tiene mayoría absoluta” en el Pleno y que la gobernabilidad de Sanlúcar depende de la capacidad de alcanzar acuerdos. En un clima político cada vez más polarizado, la reprobación de Carmen Álvarez deja en evidencia las profundas fracturas en la política local de Sanlúcar.