Sendero por un acantilado: muy fácil, con increíbles vistas y el penúltimo bosque de enebros de Cádiz

El acantilado guarda en su cima un vestigio del pasado: la torre del Tajo, una almenara construida en el siglo XVI

Sendero por un acantilado: muy fácil, con increíbles vistas y el penúltimo bosque de enebros de Cádiz.
02 de mayo de 2025 a las 17:26h

Se entra por Caños de Meca o por Barbate pueblo. Al lado del itinerario ciclista Eurovelo 8, en la carretera que cruza el Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate, está el acceso, reducido, del sendero del Acantilado. Llega hasta la torre del Tajo de Barbate. Su escasa dificultad y sus espectaculares vistas lo hacen un esencial de las rutas y senderos de la provincia de Cádiz.

El Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate acoge uno de los senderos más sorprendentes de la costa gaditana y se completa en apenas 2 horas si se accede desde el tramo intermedio, no desde la playa de la Hierbabuena. En conjunto, se trata de una ruta de 7 kilómetros, de baja dificultad y con una duración estimada de dos horas y media, que conecta dos enclaves emblemáticos: la playa de la Hierbabuena y la de Los Caños de Meca.

A lo largo del recorrido, el visitante se adentra en un paisaje modelado por la acción del mar y del viento, donde el protagonismo recae en el imponente acantilado del Tajo, también conocido como acantilado de Barbate. Esta formación natural, esculpida por siglos de erosión marina, se alza más de 100 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una de las vistas más espectaculares del litoral andaluz.

Un enclave marcado por la historia y la geología

El acantilado guarda en su cima un vestigio del pasado: la torre del Tajo, una almenara construida en el siglo XVI. Esta torre formaba parte de un sistema defensivo costero y hoy se convierte en un mirador privilegiado para contemplar el océano.

Acceso al sendero del Acantilado en Barbate.   LAVOZDELSUR.ES

El sendero discurre sobre un antiguo sistema de dunas fósiles, formadas por procesos geológicos que separaron estas elevaciones arenosas del mar. Para frenar el avance de estas arenas, el ser humano introdujo el pino piñonero, una especie que además aporta uno de los productos más valorados del parque: los piñones. Por si fuera poco, cuenta con uno de los últimos bosques de enebros de la provincia de Cádiz.

Refugio para aves y joya botánica del litoral gaditano

Este entorno privilegiado también se ha convertido en un refugio para la fauna. En los riscos del acantilado anidan numerosas especies de aves, como gaviotas patiamarillas, gaviotas argénteas, palomas, grajillas y otras aves de menor tamaño, que encuentran aquí un hábitat seguro.

La torre del Tajo, paisaje del Parque Natural de la Breña, en Barbate.   JUAN CARLOS TORO

Como se ha dicho, el sendero permite al caminante descubrir uno de los bosques de enebros marítimos más importantes del litoral gaditano. Esta especie vegetal, cada vez más escasa en otras zonas costeras, encuentra en este parque un entorno propicio para su conservación.

A lo largo del recorrido, la presencia continua del mar, el contraste entre los pinares y los cortados verticales, y el vuelo constante de las aves sobre el Atlántico componen una experiencia sensorial difícil de olvidar. La accesibilidad de la ruta la convierte en una opción ideal para visitantes de todas las edades.

Sobre el autor

F. Jiménez

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