Las obras de ampliación de la avenida Pery Junquera en San Fernando han comenzado esta semana con el inicio de su segunda fase, un tramo clave para aliviar el tráfico en una de las vías más transitadas de la ciudad. El proyecto contempla ampliar la calzada a cuatro carriles, renovar infraestructuras básicas y mejorar la accesibilidad del entorno, con una inversión que ronda los 1,8 millones de euros.
La intervención abarca desde la zona del IES Las Salinas hasta las cercanías del puente que conecta con el centro comercial Bahía Sur, a la altura de la calle Maldonado. Esta actuación se suma a la primera fase, ya ejecutada, que discurría entre la rotonda de Tusquets y la avenida Al Ándalus. El objetivo: descongestionar el tráfico y avanzar en un modelo urbano más funcional y adaptado al peatón.
La alcaldesa, Patricia Cavada, acudió al inicio de los trabajos acompañada de concejales del equipo de gobierno y representantes vecinales de zonas como El Molino, Andalucía y las federaciones Isla de León y Esteros. Durante el acto, subrayó que esta obra busca mejorar tanto la movilidad como la imagen urbana de una vía que soporta diariamente el paso de unos 20.000 vehículos.
Además del ensanche de la calzada, el proyecto incluye una repavimentación completa del firme, renovación de acerados y mejoras en las redes de abastecimiento y pluviales. También está prevista la reordenación del tráfico, la incorporación de nuevas luminarias LED y la mejora del carril bici, en coordinación con colectivos ciclistas que han participado en el diseño.
En cuanto al aparcamiento, se reorganizarán las bolsas existentes para optimizar el espacio disponible, especialmente en zonas como Rafael Alberti, donde se ampliará el número de plazas. Está previsto igualmente que se planten más de cuarenta árboles nuevos y se creen zonas ajardinadas, aunque algunos ejemplares actuales deberán trasladarse por interferir con canalizaciones o nuevas infraestructuras.
Ganar espacio para el peatón
La actuación busca no solo mejorar la fluidez del tráfico, sino también ganar espacio para el peatón. Se incorporarán nuevos tramos peatonales con acerados más anchos —de hasta dos metros— y rampas en escaleras para facilitar el tránsito de personas con movilidad reducida. Desde el Ayuntamiento se insiste en que la obra responde a criterios técnicos y de compensación ambiental.
La empresa adjudicataria es Martín Casillas S.L., con experiencia previa en obras similares en la ciudad. El plazo de ejecución es de 10 meses, aunque desde el gobierno municipal se apunta a la posibilidad de acortarlo si las condiciones lo permiten. Durante los trabajos se tomarán medidas para minimizar el impacto sobre la circulación.
Cavada ha querido destacar el papel del movimiento vecinal en el desarrollo del proyecto, agradeciendo su implicación desde el inicio y asegurando que muchas de las soluciones adoptadas parten de sus aportaciones. "Queremos más seguridad, más fluidez y una imagen renovada para nuestras calles", afirmó la alcaldesa durante su intervención.




