La nueva librería de fantasía y fundas hechas a mano que desafía a Amazon desde San Fernando

Samantha Pérez pone en marcha The Bookcat, convirtiendo su pasión por la lectura en un nuevo proyecto emprendedor. "Tenía miedo, pero tengo fe en el público"

Samantha en su pequeña librería de San Fernando.
24 de agosto de 2025 a las 19:10h

Una chimenea, un cómodo sillón, una taza de café o de chocolate caliente y un gato. Es quizá una de las imágenes más icónicas en el imaginario occidental de lo que supone una tarde de lectura. O al menos, esa es la representación mental que tiene Samantha Pérez Pino, una isleña y lectora empedernida que hace un mes y veinte días se decidió a abrir su propia librería haciéndole un guiño a esos animales que le gustan tanto, pero que no puede tener. “Soy alérgica a los gatos”, confiesa entre risas, a pesar de que sus mininos están presentes en su pequeña librería en forma de fundas y marcapáginas hechos por ella misma.

Con formación y experiencia laboral en el sector sanitario y como profesora de inglés, Samantha se atrevió llevar a lo físico lo que ya era una realidad en el mundo virtual. “A mí siempre me ha gustado leer y llevo diez años con un club de lectura online, La cafetería de Audrey, que está en la web goodreads, una red social literaria donde la gente comparte sus lecturas, sus experiencias, hace reseñas... Desde ahí, fomento la lectura a través de juegos, retos, de forma que consigo que la lectura se convierta en algo más libre y menos obligada”.

Decoración de las páginas de algunos libros.  MANU GARCÍA

De ahí, pasó a abrir una tienda online para vender las fundas que hace a mano con su madre y que protegen a los libros con telas estampadas de El Principito, Harry Potter o de flores de la campiña inglesa, en todos los estilos y tamaños, también para e-books, y sus marcapáginas, en los que despliega toda su creatividad, disfrazando a los gatitos de todos los personajes que se pueda imaginar.

Una de sus clientas, de Alicante en este caso, se atrevió a abrir también una librería en su ciudad y Samantha se interesó en cómo había sido el proceso. “Le di la enhorabuena y empezamos a hablar. Me explicó cómo lo había hecho, cómo tenía que tratar con las distribuidoras y me dije, ¿por qué no? Me lié la manta a la cabeza y aquí estamos”.

Con menos de dos meses con la baraja abierta en San Fernando, Samantha confiesa estar contenta con haber dado el paso. “Es verdad que piensas que te puede ir mal, pero es que también te puede mal en un trabajo con un contrato. Nadie te asegura que vayas a estar ahí toda tu vida. Así que, si vas a tener que vivir siempre con la incertidumbre, mejor hacer lo que a una le apasiona”.

Fundas de libros.  MANU GARCÍA

Y esta lectora gatuna, además de escribir, disfruta haciendo feliz a la gente a través de la lectura. La fantasía es su género preferido, pero en The Bookcat se pueden encontrar otros para soñar, enamorarse, resolver misterios o viajar otros mundos, como el romantasy, el cozy fantasy, libros de romance y los tan de moda cozy crime. El nuevo fenómeno de la literatura fantástica juvenil Alas de sangre es uno de los más vendidos, además de la literatura infantil y, por supuesto, los clásicos, como las obras de las hermanas Brontë, como Jayne Eyre o Cumbres Borrascosas; Crimen y Castigo de Dostoyevski; Los Miserables, de Víctor Hugo, o Mujercitas de Louisa May Alcott, todos en cuidadas ediciones. También, libros de bolsillo, donde se pueden encontrar más géneros, clásicos más pequeños, pero con tapa dura y cantos pintados, que son la sensación del momento, y hasta una balda de libros de segunda mano que merecen una segunda oportunidad.

"Me daba miedo la competencia de Amazon pero mis clientes prefieren comprar aquí"

Con un índice de lectura del 62,6% en Andalucía en 2024 –casi tres puntos menos que la media nacional, aunque con un aumento del 5,6% respecto a 2019– la apertura de una nueva librería en una ciudad con tan pocas, es todo un acontecimiento. “La gente piensa ahora que, con los móviles, las tablets, las plataformas de televisión, no hay tiempo para leer, pero sí, el público sí lee”, asegura con satisfacción, dejando entrever que sí hay un peligro mayor que la falta de tiempo o de interés frente al consumo digital más rápido y menos exigente. “De las cosas que más miedo me daban era la competencia de Amazon, porque es que te traen el libro en 24-48 horas y yo hago pedidos semanales, por lo que le tengo que decir al cliente que tiene que esperar siete días como mucho. Pensaba que la gente se iba a desesperar, pero mis clientes me han dicho que no tienen prisa, que les da igual esperar y que preferían comprármelo a mí que a Amazon”.

Marcapáginas de gatos disfrazados de superhéroes.  MANU GARCÍA

Para Samantha, el “trato al cliente” es el plus que diferencia un servicio de otro. “Mi intención es que la librería sea como un hogar y, aunque no tengo mucho hueco, quiero que cuando la gente entre, se quiera quedar aquí y se sienta acogida”. Ella tenía claro que la calle San Rafael, una de las dos principales arterias comerciales del centro, era la localización perfecta para su pequeña librería. “Es un sitio donde pasa mucha gente y además hace esquina y quería aprovechar el escaparate”. La fecha de apertura, no obstante, ha sido arriesgada. “Sabía que los meses de julio y agosto iban a ser difíciles, porque la gente está muy desperdigada y, es cierto, que las dos primeras semanas de agosto no había nadie por la calle, pero yo he abierto en julio de cara a que, en septiembre, se conozca la librería”. De hecho, un cartel del cheque libro ya adorna uno de sus escaparates. Aun así, “los meses han sido buenos; no me esperaba tan buena acogida”, reconoce.

Para otoño y, especialmente, de cara a la Navidad, tiene muchas ideas nuevas como, por ejemplo, las cajas literarias, una caja de regalo donde los clientes las pueden personalizar con uno o varios libros, fundas para libros y los marcapáginas que más les gusten. “No he querido hacerlas ahora porque no se iban a ver, pero cuando empiece, creo que van a funcionar muy bien”. Llevar el club de lectura de lo virtual a lo físico también es otro de los retos en mente, aunque Samantha sabe que no es fácil teniendo en cuenta el espacio y las circunstancias personales de sus lectores, pero ganas de innovar y echar adelante su librería no le faltan. “Yo tengo fe. Hay que tener confianza en una misma y si es así, ya tienes la mitad del trabajo hecho”.

Sobre el autor

Vanessa Perondi

Ver biografía