Julio de 2026. Esa es, si no hay retrasos, la fecha para que San Fernando recupere un espacio de unos 125.000 metros cuadrados que lleva tres años en barbecho y que se vislumbra como el proyecto más ambicioso en décadas tras la llegada del tranvía.
El gobierno local de Patricia Cavada ha proyectado para el Parque de la Magdalena, un proyecto “transformador”, como aseguran, que convertirá lo que lleva siendo un vertedero de escombros vallado en un parque urbano con zona infantil, un espacio de ocio, gastronomía y que seguirá acogiendo el recinto ferial. Toda una declaración de intenciones plasmada en planos pero que, no obstante, aún sigue contando con el escepticismo de muchos ciudadanos.
Y es que este espacio siempre ha sido un quiero y no puedo desde su inauguración en 1995 como Paseo Marítimo de La Magdalena, un lugar que también nació para convertirse en un espacio turístico que sirviera para revitalizar la ciudad, una ventana al mar o, mejor, al caño de Sancti Petri para una ciudad que vivía de espaldas al mar. Pero los problemas, el conflicto de competencias y la dejadez no han dejado de acompañar a este proyecto. Ni se pudo terminar, ni nadie actuaba ante su abandono por un conflicto, un “error” entre Costas y la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA), ni servía para otra cosa que no fuera para el botellón, con Feria o sin Feria.
El paseo fue una concesión a San Fernando por convertir la calle Real en paso de la Nacional IV, de forma que Costas era la encargada de la realización de los trabajos de este paseo marítimo que bordeaba la ciudad y llegaba hasta el pretil del Puente Zuazo pero que nunca terminó por la presencia de una arenera. Lo adjudicó, por “error”, como reconoció, a la entidad andaluza y ahí ni tú ni yo, y la casa sin barrer: losetas levantadas, balaustradas rotas, mobiliario urbano destrozado. Esa ha sido la imagen habitual de este fallido paseo marítimo que nunca llegó a serlo y cuyos terrenos aledaños sólo eran utilizados los jueves de cada mes para el mercadillo, el mes de julio para la celebración de la Feria del Carmen y la Sal, algún que otro circo y como enorme bolsa de aparcamiento durante el resto del año.

Fin a la nube negra sobre unos 125.000 metros cuadrados
El gobierno de Cavada quiere acabar con esa nube negra que se cierne sobre La Magdalena, aunque este proyecto haya sido la china en el zapato del Ayuntamiento actual. Tres años de parón, la resolución del contrato a la primera UTE adjudicataria tras los injustificados retrasos, negociaciones, pérdida de los fondos Edusi y una nueva adjudicación mientras la zona se degradaba más y más y la Feria transformaba su fisionomía en otra zona de la ciudad y partida en dos entre críticas y halagos de los ciudadanos.
Desde hace casi tres meses las máquinas han vuelto a La Magdalena, limpiando la zona primero, ejecutando las acometidas y de los sistemas de alcantarillado y levantando ya los pilares de lo que será una construcción singular: el Astillero, un edificio multiusos que luego en julio se convertirá en la caseta municipal.

La firma jerezana Manuel Alba es la encargada de hacer realidad este ambicioso parque metropolitano por algo más de 12,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
Después de años de sinsabores y quejas ciudadanas, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, asegura: "La Magdalena será mucho más que un parque: será el reflejo de lo que somos como ciudad, de nuestro pasado vinculado a la construcción naval, pero también de nuestro futuro como referente cultural, social y económico”.

Un edificio singular, El Astillero
Según ha explicado el gobierno municipal, El Astillero será un edifico emblemático concebido como un homenaje a la industria naval y a la historia de los astilleros de San Fernando que, durante siglos, ha sido el motor económico y social de la ciudad. Es por ello que se inspira en las naves tradicionales y en el primer astillero militar de España, que se ubicó precisamente frente a La Magdalena. Es por ello por lo que este espacio nace con una doble vocación: preservar la memoria de la construcción naval y, al mismo tiempo, abrirse a la ciudadanía como un espacio de encuentro y dinamización cultural.
Este equipamiento, con 1.125 metros cuadrados de superficie y capacidad para hasta 1.000 personas, está concebido como una auténtica fábrica de cultura, creatividad y eventos. Aseguran que en él se podrán celebrar conciertos, exposiciones, conferencias, convenciones, encuentros empresariales, campañas de promoción, actividades sociales de colectivos y entidades, así como eventos corporativos.
El edificio contará con un acceso principal, al que se suma un segundo acceso que facilitará la circulación y el tránsito hacia las diferentes dependencias. El programa se organiza en torno a una gran Sala 1 y una Sala 2 de menor tamaño, complementadas por un vestíbulo de aseos, un office y tres aseos independientes. El edificio dispone también de un vestíbulo de instalaciones, un espacio específico para instalaciones PCI, un almacén y un cuarto destinado al grupo electrógeno. Asimismo, se incluye una entreplanta que amplía las posibilidades de uso del recinto.

Un gran barco inspirado en el Juan Sebastián Elcano
Junto a esta instalación se ubicará la zona de juego y ocio con un parque infantil tematizado en torno a la construcción naval, que servirá de complemento simbólico a la memoria histórica de San Fernando. El principal atractivo será un gran barco inspirado en el Juan Sebastián Elcano, buque escuela de la Armada Española que Navantia ha reparado y exhibido en todo el mundo.
Esta gran atracción estará acompañada de otros elementos relacionados con la construcción naval, como una grúa escalable formada por cubos y estructuras que evocan los trabajos de los astilleros. De esta forma, los niños y niñas podrán divertirse al mismo tiempo que conocen y participan de la historia viva de su ciudad, integrando el aprendizaje y el juego en un espacio único.
El Ayuntamiento también ha ido desvelando también detalles como las luminarias y el mobiliario con el que contará la zona. Como en otras zonas de la ciudad, La Magdalena ofrecerá un diseño que combinará bancos de tipo inglés con luminarias más tradicionales.
Se instalarán 100 bancos tipo inglés, fabricados con materiales reciclados que imitan la madera, resistentes a los agentes meteorológicos, de bajo mantenimiento y antivandálicos. Cada banco irá acompañado de una papelera, también de tipo inglés y gran resistencia, con capacidad para 240 litros. Además, cada papelera llevará un carrito interno que facilitará el mantenimiento y la recogida. Mil árboles y vegetación cubrirán todo el espacio dando una nueva y ansiada vida a lo que terminó por convertirse en la peor imagen que podía tener San Fernando a la entrada desde Chiclana.


