Fernando Ramos, de 'disco de oro' con Los Cucas a la proeza de vivir de la música

El ex guitarrista de la famosa banda gaditana Los Cucas relanza su aventura musical en solitario y suma la satisfacción de dedicar su vida profesional a la música desde su escuela Islamúsica

Fernando Ramos, impulsor de Los Cucas, inicia carrera en solitario.
09 de mayo de 2025 a las 20:37h
Actualizado a 12 de mayo de 2025 a las 21:20h

Al cielo, o mejor, al estrellato, ya llegó hace años. Él, Fernando Ramos (Cádiz, 1973), y sus compañeros en Los Cucas, la famosa banda gaditana que, a finales de los años 90, saltó a la fama con su disco El ser humano es raro, de Sony Music, disco de oro, y el archiconocido tema La última carta, del que vendieron más de 100.000 ejemplares. Llegaron a la cima después de años duros, puertas cerradas, portazos, en algunas ocasiones, y mucha perseverancia. De hecho, pocos saben que antes de ese disco estrella, hubo otros dos –No seas así y No me gusta cantar en inglés– que este grupo de amigos del instituto Cortadura de Cádiz, admiradores de The Beatles, se autoeditó. 

“A mí me encantaba cantar y bailar desde pequeño e, incluso, inventarme canciones. Tuve un pequeño coqueteo con la guitarra en el colegio, pero fue en el instituto, a raíz de conocer la música de los años 80 y 90 de los grupos españoles y, sobre todo, al descubrir a The Beatles, cuando me lo tomé más en serio y empecé a dar clases de guitarra”. De ahí, “a juntarme con otros amigos, tocar con ellos y formar mi primera banda, Los Cucas”, dice.

Él y su tocayo Fernando San Martín, más conocido como Lele, son los precursores de esta banda con la que Fernando descubrió la magia de compartir la música. “Los inicios fueron mágicos y, aquí en la escuela, cuento a mis alumnos y alumnas de una actividad que se llama combo musical, la magia que se siente esas primeras veces que tú tocas con otra gente”. Pero también, esas primeras veces, fueran “muy duras”, por el rechazo de discográficas y la dureza de la industria, pero “una de nuestras claves fue la perseverancia. Como en todo, ¿no?”.  

Retrato de Fernando Ramos.   MANU GARCÍA

Y habiendo tocado el cielo, Fernando Ramos fue el primero que se fue de la banda para empezar una carrera en solitario. “La verdad es que fue una satisfacción haber llegado hasta ahí y, sin grandes estridencias, disfrutamos mucho del éxito. Hay que tener en cuenta que, en la música, hay bandas de tercera o primera; prácticamente no hay segunda división y menos ahora. Eso quiere decir que nosotros pasamos de cargar con nuestros instrumentos, hacerlo todo nosotros, a llevarnos aquí, allá, buenos hoteles, buenos restaurantes. Todo esto era muy cómodo, pero, también peligroso, porque el éxito se te podía subir a la cabeza y, de repente, te salen amigos por todas partes, pero a mí no me pasó: mantuve el mismo grupo de gente y el contacto con mi familia”. Sin embargo, vino la separación. “Nos pasó como a todos los grupos de la historia del rock. Una banda es una especie de gran hermano en el que no hay una jerarquía clara, con lo cual, cada uno quiere tirar para un lado, musical y extra musicalmente, y te pasas 24 horas juntos cuando te vas de gira y llega una situación en la que no hay un punto de encuentro para seguir”.

El germen de 'Islamúsica'

Una decisión que le llevó incluso a la cola del paro y a plantearse qué podría hacer en su vida: seguir o no seguir con la música. “Yo monté mi propia banda 4 Bajo Cero y más o menos a la par, empecé con Islamúsica, precisamente porque buscábamos un local de ensayo y me planteé por qué no dar un servicio a otros grupos, puesto que estábamos todos en cuchitriles y en sitios realmente infames. La idea era no solo poder ensayar nosotros, sino dar servicio a otros grupos en un sitio limpio, con aire acondicionado, en fin, que fuera agradable. Así empezó la idea de Islamúsica”. 

'La última carta' de Los Cucas, el grupo donde Fernando Ramos tocó el cielo de la música en España.

Un proyecto que se convirtió en una escuela de música que ya acumula años de experiencia y un nombre propio en San Fernando. Pero la apuesta no fue tan fácil. “La industria discográfica ya estaba entrando en colapso y yo tenía que replantearme qué hacer. En su momento, yo había estudiado parte de la carrera de Química, pero poco, porque me pasaba más tiempo en el local de ensayo que en las clases. Así que me dije: o busco un trabajo de verdad o intento reconducir mi carrera a lo que me a mí me gusta y se me da mejor”. Y así hizo. Ya no fue más al INEM de entonces. Guitarra y cantante de 4 Bajo Cero con el que grabó su disco homónimo, con Paco Ortega, y director de una escuela musical. Música por partida doble. 

Ramos, en un local de la escuela Islamúsica.  MANU GARCÍA

Islamúsica fue creciendo con cada vez más servicios musicales y la carrera de Fernando, siguió en continua evolución. “Después de 4 Bajo Cero, en 2008 empecé otro proyecto musical que se llamaba Retroversión, un grupo de versiones que era una idea que tenía desde Los Cucas y que me la tomé más en serio. De hecho, fuimos la primera banda en hacer versiones en la provincia de Cádiz y una de las primeras en España”. Pero la tarea de componer nunca la dejó de lado. “Tenía también un servicio que se llamaba canciones para regalar con el que hacía canciones personalizadas”, recuerda entre risas y con algo de nostalgia. “Ahora con la inteligencia artificial (IA) no tendría sentido”.

"Las canciones con IA no tiene ese lado humano"

Y, aun así, en tiempos de IA, de streaming, plataformas digitales y el triunfo de estilos como el trap o la música latina, Fernando relanza su carrera en solitario que comenzó en 2023, y habla sobre temas de actualidad. Este próximo 21 de mayo saldrá su nuevo single Signo de interrogación, “donde hablo sobre el valor de la duda, de la crítica y el escepticismo por encima de las certezas y los extremos. Vivimos en unos tiempos en los que tenemos que decidirnos por una cosa o por otra. ¿Por qué? ¿Por qué tienes que comprar el pack completo, por qué tenemos que estar en un bando u otro?”.

Como “ahora los discos se sacan al revés, primero los singles y al final el disco”, prevé que el próximo otoño o finales de año, salga su nuevo trabajo en solitario y que en estos meses se conozcan algunos más de sus singles. “A mí me gustaba más cómo estaba la música en el siglo XX y creo que el punto que marcó un antes y un después fue la digitalización de la música, el pirateo que provocó el colapso de la industria. No creo que tenga tanto que ver con la inteligencia artificial. Eso es lo último. Esto viene de antes y muchos lo atribuyeron a fenómenos como OT o las bandas tributo, pero, sinceramente, creo que no tuvimos ninguna contemplación y aceptamos que la música es gratis. Cuando la venta de discos desapareció, cayó la industria porque el streaming solo da migajas”.

El artista Fernando Ramos, tras la entrevista.   MANU GARCÍA

Pero como expresa casi con fervor, el directo sigue vivo. “Es cierto que se pueden hacer canciones resultonas con la IA, pero no tienen ese lado humano y no sé si lo conseguirán. Ni la IA, ni internet ni la piratería digital pueden acabar con la música en directo y las ganas de escuchar música en directo; los conciertos están más fuertes que nunca y la gente paga por unas entradas unos precios que no había antes. Hay un boom increíble, los festivales están llenos”. 

Y es que el placer que proporciona hacer música es de lo más humano y primitivo. Por eso, en medio de la charla, aparece el Fernando profesor y director de una escuela de música. “Me gustaría trasladarle a cualquier persona que le encante la música, que es mucho más divertido hacerla en primera persona, participar de manera activa”.

A la escuela acuden tanto pequeños como adultos que han decidido dar una segunda oportunidad a una pasión que habían dejado aparcada. El piano, la guitarra, el canto y la batería son las clases más demandas y tiene que ver mucho con la intención de la escuela. “Yo quería que tuviera un enfoque diferente a la formación reglada, que la gente aprenda la música que le gusta, pero sin esa rigidez y sin ser tan teóricos, es decir, que desde el primer día empiecen a tocar y tocar porque para mí es importante que haya un componente lúdico”. 

El lema: 'Ven y prueba'

Por eso, para el próximo curso han lanzado una campaña con un lema muy claro: Ven y prueba. “Ofrecemos una clase gratuita y sin compromiso para que la gente vea en primera persona que no es tan complicado. Claro, a lo mejor no vas a llegar a ser Eric Clapton o Whitney Houston, pero eso es como si no jugáramos al fútbol porque no vamos a ser Messi. Así que no nos comparemos con los mejores profesionales de la historia sino que, digamos, yo quiero tocar o cantar las canciones que me gustan, porque podemos hacerlo”. 

Fernando lo hizo, triunfó y siguió. Por eso, su sueño es hoy el camino que ha construido en estos años. “Ya fuimos famosos con Los Cucas. Lo que yo quiero es seguir como estoy. Con la edad, aprendes que tienes que apreciar lo que estás viviendo. Yo vengo a la escuela, estoy con gente que comparte y vive mis pasiones musicales; luego, continúo con mi faceta de músico, voy a tocar con músicos que son amigos míos. Este es mi camino y mi sueño”. 

Sobre el autor

Vanessa Perondi

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