La Asociación de Mujeres Progresistas Victoria Kent nació hace ya tres décadas. Entonces, cuenta Rocío Benítez, su actual presidenta, era conocida como la asociación "de las mujeres maltratadas". La razón: "En el 91 no había una ley sobre violencia machista, que es de 2004. Entonces era un sitio donde iban a buscar ayuda". Este viernes, por el Día de la Provincia de Cádiz, reciben uno de los reconocimientos de Diputación. Y son mucho más.
"En 30 años pasan muchas cosas y muchos momentos, buenos, regulares y malos. Hemos tenido momentos comprometidos, incluso de riesgo de desaparecer", cuenta Benítez. Uno muy reciente que aún colea. "Tenemos un agujero de 30.000 euros por una concesión provisional de la Junta. Teníamos que gastar el dinero antes del 31 de diciembre de 2019. El 27 de ese mes nos dicen que no nos lo conceden, con el dinero gastado. Al parecer, en las bases reguladoras se habían estado haciendo mal las cosas hasta ese momento, y al arreglarlas nos dejaron fuera, sin margen, con el dinero ya gastado".
Pero eso no ha sido óbice para que, no sin dificultades, continuase la acción de la asociación. Con sede en Algeciras, sus proyectos están en marcha principalmente en las provincias de Cádiz y Málaga, aunque su vocación es nacional y recientemente han logrado abrir una sede física en Badajoz. Son 20 empleos dedicados al trabajo asociativo que se divide en cuatro áreas.
Sobre el pin parental: "Lo pone en la Constitución. ¿Que yo hable en los colegios de eso es un problema? ¿O el problema es que no les llegue esa información?"
El primero, Educación, con talleres en general a la población, de prevención en colegios o de empoderamiento femenino, además de oficios para jóvenes como de monitor de tiempo libre. En el llamado Gabinete se hace una actuación de apoyo integral, con trabajadoras sociales, juristas o mediadoras, que además cubren necesidades personales de bancos de alimentos, ropa, cheques para suministros... "Lo que necesiten familias vulnerables".
La tercera pata es la de Cárcel, con proyectos en población reclusa. Va desde capacitación a mujeres condenadas hasta los cursos para los penados por violencia de género, parte de su proceso de reinserción. Y por último, Salud, que trabaja con el colectivo prostituido, explica Benítez, como es prevención, pruebas rápidas de VIH. "Esos son los cuatro departamentos, digamos. Menos alojar a la gente, porque no tenemos aún camas, hacemos de todo", explica.
Mucha de esta labor, como pasa en otras asociaciones, viene a dar un servicio público que las administraciones no dan. "Les queda mucho camino por recorrer. Son cosas que la administración debería hacer, pero sería más difícil con funcionariado", señala. "Y aunque seamos muchas trabajadoras, 20, al final empleamos también mucho tiempo que es voluntariado".
Este reconocimiento llega apenas unos días después del 8M, una fecha que estaba marcada, de la que se especuló que habría imágenes de aglomeraciones y que nunca se llegaron a dar. Hay que recordar que solo en Madrid se había denegado el permiso desde las delegaciones de Gobierno, pues en el resto de España sí estaban permitidas, y nunca se dieron aquellas imágenes de incumplimientos que muchos anticiparon. "Fue una sensación agridulce. Como siempre, a las mujeres nos tenían que decir cómo hacer las cosas. Es lo que más me ha dolido. Yo habría hecho en todo caso lo que hemos hecho: leer un manifiesto a puerta cerrada y darle difusión. Lo hicimos en nuestra sede incluso para que no hubiera pie a convocatorias. Pero siempre están con la lupa".
"Este 8M fue una sensación agridulce. Siempre nos miran con lupa. A las mujeres siempre nos dicen cómo hacer las cosas. Habríamos hecho en todo caso lo mismo que hicimos"
Ese siempre deja entrever esa sensación de continua fiscalización a la que se somete a las asociaciones feministas, más que a ninguna otra en estos tiempos. "Nos han intentado incluso boicotear en redes sociales. Y es lo que decimos, que si piensan que somos prescindibles, que no nos financien para que haga la administración el mismo trabajo que hacemos. Se cae en la ligereza de llamarnos chiringuito, pero hay que mirar el trabajo que hacemos cada día". Ese trabajo diario va "codo con codo con los servicios sociales, con derivaciones incluso para contar con nuestros recursos en algunos casos".
Además, respecto a las campañas en colegios, Benítez se reafirma ante la posible llegada del llamado pin parental que dificultaría sobremanera estas formaciones en igualdad en los centros educativos. "Yo te hago una pregunta: ¿qué es un pin parental? ¿Que yo no pueda mostrar las diferentes formas de vida o que la información le llegue sesgada a los menores? Hablar de tener una relación sana, de pareja, o entre iguales, en la que prime el respeto entre personas...". Y añade: "Todas las personas somos diversas. No hay dos mujeres iguales. Ni dos hombres. Ni hombres y mujeres. Aquí de lo que hablamos es de igualdad de de derechos y deberes. Lo pone en la Constitución. ¿Que yo les hable de eso es el problema? ¿O el problema es que no les llegue esa información?", remacha Benítez.
Con ese espíritu reivindicativo y de trabajo, apelando a toda una mujer que ha entrado en la Historia de España como es Victoria Kent, primera mujer en colegiarse como abogada en el país, recibe la asociación este galardón. Treinta años con mucho luchado. Pero aún mucho más por alcanzar.
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