La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Puerto Real ha recibido la certificación SEC-Excelente, otorgada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), un reconocimiento que avala la calidad asistencial, la organización y los resultados de su programa de atención a pacientes con enfermedades cardiovasculares.
El distintivo fue entregado durante el Congreso Nacional de Cardiología SEC 2025, celebrado en Granada, donde se reunieron representantes de los principales servicios de cardiología del país. La acreditación distingue a los centros que alcanzan los más altos estándares en la rehabilitación cardíaca y en la prevención secundaria de patologías cardiovasculares.
La unidad, dirigida por el cardiólogo Eduardo Martínez, consolida así su posición como servicio de referencia en Andalucía. El programa combina actividad física supervisada, apoyo psicológico, educación sanitaria y control de factores de riesgo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes.
Martínez, junto al enfermero Joaquín Braojos y la cardióloga Miriam Martín Toro, recogió el galardón en nombre del equipo multidisciplinar que trabaja en coordinación con otros servicios del hospital. El responsable de la unidad señaló que el reconocimiento "premia años de trabajo conjunto y compromiso con nuestros pacientes" y recordó que la rehabilitación “no es solo ejercicio, sino acompañamiento, educación y prevención”.
Braojos destacó la dimensión emocional del programa y subrayó que ayuda a los pacientes "a recuperar su bienestar físico y psicológico", además de fomentar la adherencia a los tratamientos y la adopción de hábitos saludables.
Un referente autonómico en la atención a pacientes con cardiopatías
Con esta acreditación, el hospital se posiciona como referente autonómico en la atención a pacientes con cardiopatías, en línea con los objetivos del Servicio Andaluz de Salud y las políticas de promoción de la salud y humanización impulsadas por la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias.
La Unidad de Rehabilitación Cardiaca comenzó a funcionar en 2020 tras una inversión de cerca de 8.000 euros en equipamiento. Su puesta en marcha permitió que los pacientes de la Bahía de Cádiz dejaran de desplazarse a otros centros para acceder a este tipo de programas.
El servicio ofrece una intervención integral que parte de una valoración cardiológica individual y se adapta a las necesidades de cada paciente. Incluye ejercicio físico pautado, educación en prevención y control de factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, alimentación, actividad física o estrés.
Los beneficios de la rehabilitación cardiaca están ampliamente constatados, con reducción de la mortalidad global y cardiovascular, menor necesidad de hospitalización por insuficiencia cardíaca y menos reingresos tras intervenciones coronarias. Sus efectos, subraya el equipo, se mantienen a largo plazo.