Hace más de tres décadas que los hermanos MuñozBrenes empezaron a vender pescado desde el pueblo pesquero de Conil de la Frontera, en mercados de localidades colindantes principalmente. Lo que no se imaginaban es que más de 30 años después, Petaca Chico, la empresa que fundaron, iba a exportar a 25 países o que iba a alcanzar una facturación de 120 millones de euros anuales.
Para llegar hasta ahí, pusieron los cimientos Juan de Dios, Pedro y JoséMuñozBrenes, pero luego vinieron muchos más trabajadores que han ido construyendo la historia de una firma que se viene a la mente al nombrar unas cuantas palabras: atún rojo salvaje de almadraba. Es su especialidad, pero la empresa viene diversificando sus propuestas en los últimos años.
Ahora cuenta con más de 500 empleados y tres instalaciones con más de 20.000 metros cuadrados de superficie. De sus primigenias instalaciones en el centro de Conil, al polígono industrial LaLobita, y de ahí a la Zona Franca de Cádiz, donde ahora cuenta con dos naves, la número 21 y la número 23. La primera, de 2.500 metros cuadrados. La segunda, con más de 9.000 metros.
En ellas hay salas independientes para procesado de atúnrojo, pero también de pez espada y cefalópodos, con cámaras y túneles de ultracongelación propios a 60 grados bajo para la conversación íntegra de la calidad del producto.

"Las instalaciones de Conil se nos quedaban pequeñas y Zona Franca nos permitía seguir ampliando y seguir creciendo", destaca LaraVives, del departamento de marketing y comunicación de PetacaChico. "Es una empresa que tuvo pasado, tiene presente y tiene muchísimo futuro", insiste Vives. En estas naves se manipulan los productos, se limpian y se preparan, antes de enviarlos a sus numerosos clientes, repartidos por todo el mundo.
"Hubo facilidades para hacer las inversiones que necesitábamos, derivadas de la gran demanda que teníamos de todos los mercados en los que estábamos presentes", recuerda Vives. La empresa dedicó 2,5 millones de euros en una fase inicial, para aumentar en 2.200 toneladas su capacidad de almacenamiento, hasta llegar a 3.200 toneladas.
Barbate, 2007: ahí empieza una 'nueva vida'
Podría decirse que la empresa tuvo un punto de inflexión en 2007. Ese año se hizo con la almadraba de Barbate, especializándose en la pesca, limpieza, preparación y distribución de un manjar muy codiciado.
Ahora son cuatro las almadrabas en poder de Petaca Chico. Esta de Barbate, dos en el sur de Portugal (Barril y Santa María) y una en el norte de Marruecos (Taharda), que permiten conservar un método de pesca sostenible con el medio ambiente, que lleva transmitiéndose de generación en generación desde hace 3.000 años.
"No paramos de crecer en diferentes ámbitos", dice Vives, quien destaca que además del buque insignia de la marca, el atún rojo salvaje de almadraba, también venden atún de aleta amarilla, pescado de roca, pescado fresco o pulpo cocido bajo la marca Pulpo Sur. "Buscamos distintas formas de llegar al consumidor", aclara.
De la venta en mercados de abastos de pueblos cercanos a Conil, con el paso de los años, Petaca Chico ha pasado a vender sus productos a través del canal Horeca, llegando a grandes superficies y al canal retail —el consumidor final— a través de supermercados y pequeñas tiendas. "Hacemos talleres, degustaciones y ronqueos por todo el país. En temporada de almadraba, hacemos más de 170 ronqueos por España", cuenta la responsable de marketing y comunicación de la empresa.
Bajo la marca Almadraba de Petaca Chico, que gestiona las tiendas gourmet Shopping Almadraba y el restaurante Cooking Almadraba de Conil, también se comercializa el atún rojo salvaje de almadraba que es seña de identidad de la casa.
El jamón del mar y otras exquisiteces
Gracias a una alianza con el chef del mar, Ángel León, también ha dado otro salto en su línea de I+D. El resultado más visible de esta alianza es el bautizado como jamón del mar, extraído de la ventresca de atún rojo.
Con un corte muy similar al del jamón ibérico, se somete la pieza a procesos de salado y secado similares a los del jamón, consiguiendo una forma, textura y una forma de degustar atún desconocida hasta ahora.

"Estamos desarrollando productos novedosos", recalca Lara Vives, del departamento de marketing y comunicación. Además del jamón, también el lomodelmar, que llevan la firma del chef Ángel León.
Petaca Chico cuenta con un departamento de calidad con 20 técnicos que realizan diariamente labores de control y seguimiento de los productos que comercializa, por lo que cuenta con certificaciones de calidades IFS (calidad y seguridad alimentaria) y MSC (pesca sostenible).
Almadraba Experience, el (pen)último invento
En la Entidad Local Autónoma (ELA) de Zahara de los Atunes, en el término de Barbate, un lugar idílico y muy buscado, sobre todo durante los meses estivales, está abierto un restaurante que lleva el sello de Petaca Chico.

Almadraba Experience se ha venido a llamar el negocio hostelero, que cuenta con una amplia selección de los mejores productos de la provincia de Cádiz. Por supuesto, hay atún rojo salvaje de almadraba en diversas formas, y también cuenta la carta con sushi, jamón del mar y pulpo, por poner algunos ejemplos.
Con estas materias primas, se elaboran platos tan sugerentes como el brioche de pulpo al ajillo, croissant picante de atún a la roteña, o poke de atún rojo. Todo regado con vinos de Jerez. El (pen)último invento de una empresa que no deja de renovarse.