En pleno corazón del Barrio Alto de Sanlúcar, en la calle Monte de Piedad, junto a la Plaza de la Paz, ha abierto sus puertas el Centro Español del Jabón, un proyecto pionero dedicado a recuperar, preservar y difundir la rica historia del jabón y su estrecha relación con la tradición local sanluqueña. Más allá de la manzanilla y de los langostinos, la ciudad sanluqueña tiene mucho que decir en esta industria.
Este centro es la mayor colección de troqueles de bronce originales y piezas históricas vinculadas al jabón a nivel mundial. Su impulsor, Juan Carlos García, maestro perfumista y jabonero con más de 40 años de experiencia en el sector, ha dedicado toda su vida a coleccionar objetos, maquinaria y documentos que narran la evolución de este producto, fundamental para la higiene y la cultura desde tiempos inmemoriales.

"Son piezas que he ido coleccionando a lo largo de toda la vida", explica Juan Carlos. "Tengo troqueladoras muy antiguas, de las más antiguas que existen en Europa, incluso del mundo. Tenemos la estructura de la almona de Sanlúcar, que es la fábrica de jabón más antigua que sigue en pie, construida en el siglo XVI, y sobre ella se asentaban tradiciones y técnicas que se remontan a épocas anteriores".
La almona, palabra de origen árabe que significa fábrica de jabón, era el centro neurálgico de la producción artesanal que durante siglos convirtió a Sanlúcar en un referente nacional e internacional. Según Juan Carlos, "aquí había muchas pequeñas empresas y una gran fábrica con ocho calderas, una barbaridad comparada con otras de la zona. De Sanlúcar el jabón se exportaba por todo el mundo y servía incluso como moneda de cambio en el comercio marítimo".

El Centro Español del Jabón ocupa una antigua bodega en un edificio histórico donde personajes como Magallanes y Hernán Cortés estuvieron viviendo. Aunque el proyecto nació como un sueño personal, Juan Carlos intentó llevarlo a un ámbito público, pero finalmente se materializó como una iniciativa privada que abre la puerta a residentes y visitantes interesados en esta tradición.
El museo ofrece una exposición permanente con almonas, jabonerías, maquinaria, documentos y una impresionante colección de jabones históricos y artísticos desde el siglo XVI, además de talleres temáticos, demostraciones en vivo y actividades educativas. Los visitantes pueden conocer el proceso de fabricación del jabón artesanal, desde la antigua sosa que se obtenía de plantas de la marisma, hasta los métodos actuales.

Juan Carlos subraya la importancia cultural y sanitaria del jabón con una reflexión directa y contundente: "La gente no sabe realmente la importancia que ha tenido en nuestra vida, no solo a nivel doméstico, sino también en la guerra, en tiempos donde no había otros medios. Casi todo se hacía con jabón: se lavaba la ropa, se desinfectaban utensilios y heridas. Incluso los jabones caseros para lavar la ropa o los de barbería para ablandar el pelo y afeitar mejor, todo eso ha tenido una importancia increíble en nuestra vida".
Actividades en el mes de agosto
Además de la exposición permanente, el Centro Español del Jabón ha diseñado un completo programa de actividades para todas las edades y gustos, que buscan combinar la cultura, el bienestar y la creatividad. Entre las propuestas destacan las Rutas del Jabón por las marismas en tren turístico, que incluyen una visita guiada para conocer el origen de la materia prima tradicional.
Para los más pequeños, hay talleres infantiles de elaboración de jabón y sales de baño, así como actividades creativas como Macetas Mágicas o La Botella de las Emociones, diseñadas para estimular la imaginación y el aprendizaje sensorial.
Los adultos pueden disfrutar de experiencias combinadas, como sesiones de yoga con brunch o cóctel al atardecer, o talleres personalizados para fabricar jabones o champús naturales, acompañados de té y pastas.
Además, se ofrecen cursos especializados de cosmética natural, entre ellos uno dedicado a las propiedades del nardo, y talleres artísticos como Kintsugi: Sanar con Arte, que fusionan tradición y bienestar en un ambiente relajante y didáctico.



