El teniente José Manuel Candón solo conserva un 20% de visión en el otro, perdió audición y presenta un 79% de discapacidad tras sobrevivir a una explosión en 2011 durante unas prácticas de la Marina con material defectuoso. Se ha pasado más de una década esperando justicia porque se terminó sabiendo que los explosivos estaban en mal estado, pero le ha sido denegada una indemnización por parte del Ministerio de Defensa.
Pepe Candón, como es conocido, se encontraba en Hoyo de Manzanares, una localidad madrileña donde se encuentra la Academia de Ingenieros del Ejército, y donde tenía previsto realizar unas prácticas de desactivación de explosivos con militares del Ejército de Tierra y de Infantería de Marina. Estaban manejando unos 58 kilos de explosivos y murieron cinco compañeros, tres de ellos pertenecientes al Ejercito de Tierra y dos al cuerpo de Infantería de Marina.
#DEFENSA El calvario diario antes de ir a dormir. Proteger el poquito de visión que me queda en el único ojo medio sano. No puedo permitir perder ese ilillo de claridad. Y no, el #MINISDEF no se hace cargo del tratamiento, sale de mi bolsillo. Ellos han quebrantado mi salud. pic.twitter.com/E9jtvX4mIj
— Pepe Candón Ballestero (@pepetandem) September 25, 2024
Es de Medina, pero reside en Chiclana, y acaba de saber que no será indemnizado, a pesar de que el Supremo reconoció que hubo una imprudencia. En sus redes sociales, Pepe Candón ha hablado sobre el tema y ha cargado contra la ministra de Defensa: "Sra. Robles, es evidente que se ha equivocado en la resolución. Está a tiempo de corregir este despropósito. Nuestra mano la tendrá tendida. A veces es conveniente ponerse una vez colorada que no cien veces naranja. Recapacite. Usted tiene potestad de reconducir el caso".
Le queda la opción de recurrir a la Audiencia Nacional y seguir recurriendo en la vía contenciosa administrativa, mientras que critica la labor de la ministra: "Para Margarita Robles siempre hubo militares de primera y de segunda. Si no molestas apareces en el fotocall pero si das la lata clamando justicia te desprecian cual perro callejero".


