Si hay un producto versátil, sin duda, es la miel, pero no solo porque puede endulzar cualquier postre, sino por sus múltiples propiedades. Se ha convertido en el elemento estrella de la cosmética: champús, mascarillas, hidratantes... Asimismo, también tiene propiedades antisépticas y antibacterianas. Las abejas se encargan de fabricar ese oro dulce, una de las sustancias más codiciadas. Y es precisamente de Cádiz, de donde salen las mieles más puras y valoradas.
De sacar el mejor producto se encarga Apiromero, una empresa sanluqueña dedicada a la miel. José Juan Romero, el dueño, lleva 40 años dedicados a la apicultura. A nivel individual, es el profesional con más colmenas en la provincia de Cádiz, alrededor de unas 2000. Son los únicos en Sanlúcar con una miel ecológica. “Antes sacábamos alrededor de 30 toneladas de miel, pero ahora, con la sequía provocada por el cambio climático, hemos sacado la mitad”, cuenta María Romero, hija de José Juan.
“Envasamos la miel en la cooperativa, ya que tienen un laboratorio de calidad y las mieles se someten a un control de analíticas para comprobar que cumplen los controles de calidad. La cooperativa es quien distribuye a más alto nivel, y exporta con la marca Sierras Andaluzas", cuenta María, que lamenta cómo al final “las mieles de calidad salen de España, y luego vienen las mieles de China a España”.
La calidad que brinda el producto de Apiromero es difícil de encontrar. Recogen la miel de parques naturales de la provincia de Cádiz. Así, extraen la miel ecológica, lejos de cualquier contaminante. “Nosotros tratamos todas las mieles por igual, pero para que sea ecológica tiene que estar en un sitio que no haya pesticidas ni ninguna otra contaminación a su alrededor. Tenemos tres zonas, certificadas, donde no hay nada que la contamine”.
Ahora han abierto una tienda en Sanlúcar dedicada especialmente a los productos hechos de miel. Desde cremas hechas con veneno de abejas hasta chocolate. “La más común es la multifloral, pero también tenemos de tomillo, de romero, de eucalipto e incluso de madroño. Esta última no es muy conocida y se caracteriza por ser una miel más amarga”, cuenta la hija mayor de los Romero.
Cosmética hecha de miel
Las multinacionales de las cosméticas presumen de los productos hechos con miel, ahora, aprovechando que la ola del ecologismo ha pegado fuerte, presumen de gamas naturales para la piel y el pelo. No obstante, la mayoría tienen una proporción de producto muy pequeña. Más marketing que calidad. En el pequeño local de Apiromero se puede encontrar todo tipo de cosmética. Destaca, por su peculiaridad, el de veneno de abeja.
Desde que Gwyneth Paltrow o la Duquesa de Cambridge desvelaran que es uno de sus trucos de belleza, la fama de este ingrediente no ha dejado de crecer. El veneno de abeja se utilizaba en la Antigua Grecia y en China como un remedio medicinal natural. Es muy conocido este veneno como bótox natural, ya que su efecto en la piel podría parecerse al que produce la toxina botulínica cuando se inyecta en la piel. El veneno de abeja estimula el metabolismo celular, nutriendo, regenerando y aportando densidad a los tejidos, por lo que ayuda a difuminar arrugas y líneas de expresión.
Hasta la tiendan puede traer propóleo que, debido a las inhibinas presentes en la miel, ésta tiene propiedades importantes como bactericidas. Por ejemplo, uno de los potenciales antibacterianos de este producto puede ser importante para el tratamiento del acné y para exfoliar la piel. Asimismo, la miel tiene también la propiedad de reducir hinchazones musculares y de aliviar el dolor causado por la inflamación.
Fuente de antioxidantes
El consumo frecuente de miel de abeja puede ser un complemento dietético importante para la prevención de enfermedades cardíacas, del sistema inmune y de procesos inflamatorios. Sin embargo, desde Apiromero avisan de la importancia de comprar mieles totalmente naturales, para ellos aconsejan no comprarlas en supermercados o leer muy bien la etiqueta.
De la miel se aprovecha hasta la cera. Las famosas velas hechas con las partes de la colmena se utilizan en rituales y peticiones. Según los supersticiosos, tienen la capacidad de mover energías positivas, atraer el amor, la bondad y la prosperidad. También resultan muy útiles en los rituales de limpieza. Para que tengan esas propiedades deben ser velas fabricadas con miel pura y cera de abeja. Si son velas sintéticas no funcionarán pues no tienen la energía de la naturaleza que impregna a las velas de miel natural.
“Una cucharada de azúcar equivale a media cucharada de miel”, cuenta María. La miel de abeja tiene una composición compleja y rica en nutrientes, que han sido aprovechados para el consumo humano desde las sociedades más ancestrales. La recomendación para una persona sana, sin problemas de peso, y que no basa su dieta en un consumo excesivo de azúcares, sería tomar como máximo una cuchara pequeña de miel al día. Esto es aproximadamente entre diez y doce gramos de miel.
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