Los sindicatos han levantado la voz de alarma por la situación de los servicios de limpieza de los hospitales, centros de salud y ayuda a domicilio en la provincia de Cádiz gestionados por la empresa Clece, del grupo ACS, propiedad del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Lo hacen también contra otro servicio prestado, el de la seguridad.
En concreto, según denuncian desde CC.OO. respecto a la limpieza, las trabajadoras están realizando los servicios de forma muy precaria. Comisiones indica que un personal esencial durante esta pandemia, en la que se trata de atajar la propagación del coronavirus, está en primera línea de batalla sin equipos de protección adecuados. "Sólo se les da a tres o cuatro personas en contacto directo con personas infectadas, pero en el resto de lugares del hospital, no". La batalla contra el enemigo silencioso, al que se vence con distanciamiento social, desinfectantes y jabón, la pelean las profesionales de este servicio sin apenas balas, denuncian.
Una de las cuestiones que aliviaría la situación es que se proveyera bien a las empleadas, aseguran en Comisiones. En el mejor de los casos, "algunas tienen la suerte de tener un mono, que es de papel y la empresa les dice que lo reutilicen". Además, "en los centros de salud no tienen mascarillas, les dicen las coordinadoras que no es necesario cuando el protocolo de prevención lo establece".
Una mascarilla casera para acudir a limpiar al hospital.
Asimismo, "ni que decir de los guantes, que los tienen que coger y mendigar del SAS porque la empresa no da, y ante la falta global de material los sanitarios los guardan y es complicado conseguirlos para las limpiadoras". En ese sentido, añaden que ya llevaban tiempo mendigando estos materiales en los servicios del hospital, "pero ahora no los consiguen".
En el caso de los servicios prestados en los hogares, en la ayuda a domicilio de algunos municipios, al menos tienen batas, "por vergüenza, pero a las limpiadoras de hospitales y centros de salud ni siquiera les dan".
Algunas de las trabajadoras han optado por improvisar mascarillas de papel, una medida a todas luces insuficiente para profesionales que trabajan cuerpo a cuerpo con una infección pandémica. "Las quirúrgicas tampoco valen porque son de papel y aun así les dan una por persona cada dos o tres días desde esta semana pasada". Y, siempre según Comisiones, hay una veintena de personas de baja con síntomas de coronavirus, "uno de ellos en la UCI".
Por todo ello, reclaman los equipos y, de no ser posible, establecer al menos servicios mínimos, toda vez que ha bajado la afluencia a las áreas hospitalarias. "Si les dan mascarillas en un supermercado, ¿cómo nos dicen que aquí no hace falta? A veces ni lejía tenemos, la mínima. Si hay menos gente, podría repartirse por turnos. Somos una subcontrata, pero eso depende del SAS también", de la Junta, propietaria del contrato que puede establecer condiciones.
Los monos de protección, según CCOO.
La empresa niega estas acusaciones e indica que tiene pruebas para demostrar que se entregan cada día estos equipos, pero a pesar de asegurar que buscarían la fórmula para hacerlas llegar, días después no ha habido ninguna comunicación.
Respecto a la situación de la seguridad, el sindcato USO ha señalado que la falta de material pone en riesgo a los 25 vigilantes del Hospital de Jerez, lo que podría suponer "un riesgo para la salud pública", toda vez que estos profesionales se encuentran en contacto diario y directo con pacientes de toda índole.
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