Nicolás Pardo, conocido en redes como @nicosurferito, acaba de culminar un reto que parecía imposible: ha surfeado todos los días durante un año entero. A sus 25 años, este joven del Río San Pedro (Puerto Real) ha documentado cada jornada sobre la tabla, compartiendo su experiencia en redes sociales —donde acumula más de 32.000 seguidores— y convirtiéndose en un referente para quienes aman el surf y los retos personales.
"Acabo de terminar. Hoy ha sido el último día", explica el protagonista del reto a lavozdelsur.es al recordar la culminación de la experiencia. "No voy a mentir, he llorado. Por una parte me siento feliz, porque lo he conseguido, y por otra, porque ha sido un año con muchísimos problemas y momentos complicados".
La última jornada tuvo además un toque simbólico y divertido: Nico se metió al agua con un traje de chaqueta, cerrando el reto de una manera que refleja tanto la celebración como el espíritu lúdico de su proyecto. "Quería que fuera especial, emotivo y un poco loco, como todo este año", comenta entre risas.
Así nació la idea que lo viralizó
Su iniciativa nació casi por impulso, como un experimento personal. "Hace un año me veía estancado, no notaba progresión y físicamente me costaba mucho. Practicar surf dos días en la semana ya me dejaba agotado", explica. "Entonces dije, mira, voy a documentarlo un año entero e intentar surfear todos los días". Al principio, ni él mismo creía que lo lograría: "Yo no daba un duro por mí, pensaba que llegaría hasta el día siete nada más".

El reto también encontró su impulso en las redes sociales. "Los primeros vídeos empezaron a gustar mucho, y el día diez uno se hizo viral. Me pilló cerca de un millón y medio de visitas en TikTok. A raíz de ahí me decían 'tú eres del reto' y empecé a ver que podía sacarle partido en redes sociales", comenta Nico, que reconoce que la interacción de la gente le dio fuerza para continuar.
@nicosurferito 10/365 SURFEANDO TODOS LOS DIAS 🌊🏄♂️ #surf #surfer #surfing ♬ Tropical - Izabella Creator BM
Su hermano, fuente de inspiración
Su historia con el surf comenzó mucho antes del reto. La relación con las olas surgió a través de su hermano, que tiene varias discapacidades y participaba en la asociación SoloSurf, que utiliza el deporte como terapia para niños con discapacidad. "Un día el dueño dijo: 'Venga, padres y hermanos, vamos para dentro del agua'. Esa fue mi primera toma de contacto. Pero realmente empecé en 2016, pasando por una mala racha y una depresión. Mi padre me animó a salir del cuarto, y fue ahí cuando me enganché", recuerda.
Para Nico, el surf va más allá del deporte: es un refugio y un medio para desconectar. "El surf te ayuda a desconectar, te olvidas de los problemas y es tu momento. Eso es lo que me ha motivado a surfear todos los días. Me engancha la cultura, los planes y el estilo de vida que tiene este deporte", afirma. Esta conexión con el agua y con la comunidad le ha permitido mantener la constancia que requiere un desafío de esta magnitud.
Un reto con grandes altibajos personales
A lo largo del año, Nico enfrentó momentos de agotamiento físico y mental. "Hace poco me pasó algo que casi me hace dejarlo. Muchos me decían: 'Te quedan diez días, no lo dejes'. Fue un agobio enorme, pero también tuve momentos muy buenos. Me ayudó a cambiar la mentalidad y seguir adelante", explica. Los altibajos fueron inevitables, pero el joven supo sacarles partido para fortalecerse.

La honestidad y transparencia de Nico frente a la cámara también han sido clave para inspirar a otros. "Después de un vídeo desahogándome, mucha gente me escribió diciéndome que gracias a mis vídeos podían desconectar o que les motivaban para empezar a surfear. Eso me hace sentir un orgullo increíble, porque siendo yo mismo, ayudé a otros", confiesa. Su experiencia demuestra que los retos personales, además de poner a prueba la resistencia física, pueden generar un impacto positivo en la comunidad.
Durante el reto, Nico tuvo que combinar el surf con su vida diaria y mantener un equilibrio entre pasión y disciplina. "Al principio, simplemente quería probarlo. Pero a medida que pasaban los días, la responsabilidad de cumplir con el reto me enseñó mucho sobre constancia, organización y sacrificio", señala. Entre olas, caídas y días de mal tiempo, cada jornada le enseñó algo nuevo sobre sí mismo.
La marca personal de Nico y un futuro en Australia
El reto también ha servido como trampolín para sus proyectos profesionales. Nico está desarrollando su marca personal, nicosurferito.com, donde combinará escuela de surf y ropa, con la intención de expandir su proyecto y ayudar a otros a iniciarse en el deporte. "Ahora mismo tengo dos cosas planeadas: sacar mi página web y empezar a montar mi propia escuela poco a poco. También quiero lanzar una marca de ropa y ayudar en la venta de tablas y neoprenos", comenta.
Además, tiene la mirada puesta en un futuro más ambicioso: Australia. "Mi objetivo principal es irme a Australia en 2027. Allí quiero trabajar todo lo posible, mejorar como monitor y poder comprarme una casa algún día. Ahora mismo en España es muy difícil, los sueldos son bajos y las oportunidades limitadas", explica Nico, que confiesa que la idea surge de su propia investigación y planificación, sin haber vivido antes en el país.

"He aprendido a lidiar con la presión"
El joven también reflexiona sobre el impacto del reto a nivel personal. "Si me tuviera que dirigir al Nico de hace un año, le diría que no tenía ni idea de lo que le espera. Me sigue costando asimilar todo este año, pero ha sido muy bonito", dice. A lo largo de 365 días, ha aprendido a lidiar con la presión, a superar los malos momentos y a valorar los pequeños logros diarios.
El apoyo de su familia y amigos ha sido fundamental. "Sobre todo, dar las gracias a mis padres, a mi madre y a mis hermanos. Más han sufrido, más se han sacrificado. A mis amigos también, como Elena, Jaime -que es mi jefe y amigo-, y Freddy, que es fotógrafo. Todos ellos me han ayudado muchísimo a grabar los vídeos y salvar muchas situaciones", asegura.
Después de un año de dedicación, Nico ha demostrado que el surf puede ser mucho más que un deporte: es un estilo de vida, una pasión y un motor de inspiración. Su experiencia sirve como ejemplo de constancia, esfuerzo y autenticidad, mostrando que los retos personales pueden transformar no solo la propia vida, sino también la de quienes siguen la historia de cerca.
"Mi objetivo es seguir haciendo lo que me gusta, disfrutarlo y compartirlo con la gente. Quiero que sea un hobby y no una obligación. Eso es lo más importante", concluye Nico, mientras se prepara para nuevos proyectos y aventuras sobre las olas, con la mirada puesta en Australia y un año completo de olas ya escrito en su historia.



