El Sindicato Profesional de Vigilantes (SPV) ha reclamado un refuerzo en los medios de protección y los recursos técnicos disponibles para los vigilantes de seguridad, con especial atención a aquellos que desarrollan su labor en centros sanitarios de la provincia de Cádiz. En esta zona, cerca de 250 profesionales se encargan de las tareas de vigilancia en hospitales comarcales y centros de salud.
La organización sindical ha insistido en la necesidad de una mayor comprensión hacia estos trabajadores, cuyas funciones se desarrollan en entornos especialmente sensibles. Las condiciones en las que operan incluyen la gestión de situaciones complejas derivadas de retrasos en la atención, el estado de salud de los pacientes, los tratamientos médicos y un contexto laboral afectado por la presencia constante de enfermedades contagiosas.
Según el sindicato, los vigilantes de seguridad en el ámbito sanitario se enfrentan a un elevado nivel de exigencia sin contar, en muchos casos, con los medios necesarios. Esta carencia se traduce en una notable incidencia de bajas por enfermedades relacionadas con la salud mental, como el estrés, la ansiedad o la depresión. Estas situaciones, denuncian, se ven agravadas por agresiones verbales y físicas, amenazas y la frecuente circunstancia de trabajar en solitario.
Peticiones a las empresas
Ante esta realidad, SPV ha instado a las empresas de seguridad a proporcionar, al menos a través de sus mutuas o servicios de prevención, apoyo técnico especializado que incluya atención psicológica y recursos específicos para el cuidado de la salud mental del personal de seguridad.
El sindicato ha subrayado que la colaboración y el apoyo deben extenderse más allá del usuario final y alcanzar también al personal sanitario y a las empresas de seguridad privada. A su juicio, reforzar el respaldo a los vigilantes que operan en el ámbito sanitario contribuirá de forma directa a mejorar la calidad del servicio prestado y a garantizar un entorno más seguro para toda la comunidad.