La tradición navideña tiene sabor a azúcar, canela y masa frita. Con la llegada de diciembre, los obradores comienzan a trabajar a contrarreloj, y no solo las pastelerías tradicionales se llenan de clientes en busca de polvorones, turrones y otros imprescindibles de estas fechas. También los conventos se convierten en auténticos templos del dulce. En El Puerto, una embajadora de lujo ha vuelto a ponerlos en el mapa.
Niña Pastori, la reconocida cantante isleña, fiel a estas costumbres, no falla a su cita anual con los famosos pestiños de chocolate elaborados por las hermanas del Convento del Espíritu Santo, situado en la calle Espíritu Santo, en la avenida de Pozos Dulces, muy cerca de la estación de Renfe. Hasta allí se ha desplazado recientemente para hacer su tradicional compra y, de paso, grabar un entrañable vídeo animando a probar estas delicias.
“Los mejores pestiños del mundo entero los hacen ellas. A mí cada año no me faltan”, afirma convencida Niña Pastori, mientras posa sonriente junto a una de las hermanas tras el torno del convento. En la grabación, la artista no solo muestra su devoción por este bocado artesano, sino que invita al público a disfrutar de la experiencia. “Venid y probarlos que os van a encantar”, dice.
Las comendadoras del Espíritu Santo
Las religiosas, que trabajan sin descanso estos días para atender la alta demanda, han mostrado su entusiasmo ante la visita. “Estamos muy contentas de estar con Niña Pastori. Nos encanta porque es nuestra mejor promotora de los pestiños de chocolate”, comenta una de las hermanas con emoción.
No solo triunfan sus pestiños sino también sus bizcochos, alfajores, bombones, mantecados o mazapanes. Una gran variedad que puede adquirirse no solo de forma presencial en el torno, sino también a través de internet.
En plena temporada navideña, cuando muchas familias buscan llenar su despensa de sabores tradicionales, el gesto de Niña Pastori vuelve a poner en valor el trabajo silencioso y artesanal de las monjas.