La situación de las estaciones de Valdelagrana, en El Puerto, y Las Aletas, en Puerto Real, han vuelto a generar quejas. En general, el deficiente servicio de Renfe tiene también otras caras y es este servicio, porque en estas estaciones la gestión de la estación corresponde a Renfe y no a Adif. En este caso, el afectado es Francisco Jiménez, líder vecinal de Jerez en la barriada de Las Torres y usuario de silla de ruedas, que relató su experiencia para viajar a la playa.
Según contó en redes sociales, al llegar a la estación de Valdelagrana se encontró con que el ascensor de acceso a los andenes no funcionaba. “Yo voy en silla de ruedas, pues tengo las piernas amputadas. La solución que decidimos fue irnos a la estación de Las Aletas para poder acceder al tren dirección Jerez de la Frontera”, explicó. Sin embargo, allí la situación no fue mejor.
Tras una espera de hora y media, alguien le advirtió de que el ascensor por donde debía entrar su tren tampoco estaba operativo. “Tuve que contactar por mediación de un teléfono y gracias a eso cambiaron la vía de entrada del tren para que pudiera salir de la estación. Conclusión: una verdadera mierda los ascensores de las estaciones. De la playa a mi casa, tres horas de vergüenza. Vamos, esto es lo que tenemos aquí”, denunció con indignación.
Meses sin funcionamiento
Desde la Asociación de Personas con Discapacidad Física de Jerez (ADIFI) aseguran que no es un caso aislado. “Lleva muchos meses averiado y no lo arreglan. Lo hemos denunciado por activa y por pasiva, pero nadie se da por enterado”, lamentan. La entidad insiste en que habría que reclamar daños y perjuicios o incluso acudir a los tribunales.
ADIFI recuerda que el problema no solo afecta a Las Aletas, ya que en Valdelagrana el ascensor también lleva meses fuera de servicio. Ante la falta de soluciones, recomiendan a los usuarios llamar antes de viajar para comprobar si el acceso es posible.
La asociación, fundada en 2003, subraya que su labor se centra en garantizar los derechos de las personas con diversidad funcional. “Nuestro objetivo fundamental es conseguir la plena integración, potenciar la autonomía personal y mejorar la calidad de vida de quienes tienen discapacidad”, recalcan.
Jiménez, por su parte, avisa de que no se quedará de brazos cruzados. “Pues si no hacen caso, la próxima vez llamaré a la Policía, porque entre eso y las rampas de los buses estoy hasta los huevos”, respondió con contundencia.
