La asociación Sede humanitaria portuense del cáncer, una entidad que lleva más de 30 años ayudando a familias afectadas por esta enfermedad, se enfrenta a una situación crítica: está a punto de perder su local, donde lleva más de veinte años desarrollando su labor social. Así lo ha denunciado el portavoz de Unión Portuense, Javier Botella, en un vídeo difundido tras el Pleno Extraordinario celebrado recientemente en El Puerto.
“Voy a intentar contenerme porque es un tema muy sensible y no creo o no quiero creer que haya una mala intencionalidad en lo que ha sucedido”, comenzaba Botella, visiblemente afectado en un contexto marcado por el fallo de los cribados. Según explicó, el problema surge al finalizar el contrato de alquiler del local, cuyo precio se ha incrementado a más del doble, lo que hace inviable su continuidad.
La asociación, consciente de esta situación desde hace tiempo, pidió ayuda al Ayuntamiento hace dos años y medio, en abril de 2023. En aquel momento, mantuvieron una reunión con el alcalde Germán Beardo para buscar una solución. “Al principio hubo una negativa, un ya lo estudiaremos”, recuerda Botella. Sin embargo, tras insistir y realizar los trámites correspondientes, en enero de 2025 les comunicaron verbalmente que tendrían un nuevo espacio: el local del polígono donde la ONG ADRA repartía alimentos, ya en desuso.
Todo parecía resuelto, hasta que en julio de este año la asociación recibió “un sucio y frío decreto” que denegaba nuevamente la cesión “por falta de locales”. “Ni una llamada, ni una reunión, ni una explicación. Absolutamente nada”, lamentó el portavoz.
Acusa al gobierno de "descoordinación interna"
El pasado 19 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer de Mama, la asociación aprovechó el acto institucional en el Ayuntamiento —cuando se iluminó la fachada de rosa— para reivindicar públicamente su situación. “No dudo de la intención de Beardo ni de nadie con un tema así”, aclaró Botella, aunque añadió que el alcalde “vino a decir que no sabía nada al respecto”, algo que el portavoz pone en duda.
Según su investigación, el gobierno local del PP podría haber prometido de palabra ese mismo local de ADRA a otras entidades, lo que habría generado una descoordinación interna. “Supongo que ha existido una descoordinación, y ahí surge esta negación posterior a la sede humanitaria del cáncer”, señaló.
Botella apuntó también a la falta de comunicación entre las concejalías de Patrimonio y Servicios Sociales, afectadas por recientes cambios, y concluyó con dureza: “Alguien la ha cagado. Porque Germán no es que no se hubiese enterado del problema, es que se le había olvidado”.
El portavoz subrayó que, si bien entiende que existan problemas de locales o plazos administrativos, lo que no puede tolerarse son “las malas formas, la desinformación, la dejadez y, sobre todo, la incertidumbre” hacia una asociación que lleva décadas ofreciendo apoyo a pacientes y familias afectadas por el cáncer.



