El Consorcio de Bomberos 'salva' finalmente al grupo de rescatadores de la Sierra de Cádiz

El Grupo de Rescate de Montaña no se disolverá, después de 20 años de vida, tras asumir la presidencia del CPBC las mejoras demandadas para el mantenimiento profesionalizado de un equipo clave en la provincia

Foto de familia del cargos del CPBC, con su presidente Francisco Vaca a la cabeza, y el Grupo de Rescate de Montaña, en un reconocimiento del Consorcio a este grupo en 2018.

El Grupo de Rescate de Montaña (GRM), del Consorcio Provincial de Bomberos de Cádiz (CPBC), finalmente no se disolverá. Los doce bomberos adscritos al GRM, que tiene su sede en la localidad de Ubrique, han alcanzado un acuerdo con el Consorcio, que preside Francisco Vaca, para lograr una mejora de sus condiciones de forma transitoria hasta rubricar a final de este año un convenio en el que aparezca recogido un reglamento específico y una serie de incentivos por un servicio esencial en la Sierra de Cádiz.

Como ha informado a lavozdelsur.es uno de los integrantes más veteranos del GRM, Juan Carlos Chacón, de 56 años y que lleva desde los inicios en esta unidad del Consorcio, “en principio se ha dado una prórroga para todo este año con la idea de que en diciembre aprobemos un convenio con un reglamento profesional y un presupuesto en condiciones, porque hasta ahora todas las compras y demás se hacían por reposiciones”. En cuanto a los incentivos para estos profesionales públicos, para este año habrá una gratificación a final de año de forma excepcional, y a partir de 2022 ya estarán presupuestados.

Asimismo, a los doce bomberos adscritos al GRM se sumarán tres incorporaciones a lo largo de este año, lo que reforzará un servicio que, de media, atiende al año unas 28-30 llamadas de auxilio en la montaña gaditana. “Actuamos en zonas muy complicas, en zonas verticales, barrancos o cuevas, y atendemos en mitad de la noche o en la niebla”, explica Chacón, un bombero que por edad ya debería haber pasado a la segunda actividad pero que sigue “dando volteretas por los montes”. Ejemplo de la vocación y pasión que le ponen los integrantes a un grupo básico para atender accidentes o rescatar a senderistas perdidos en mitad de los puntos más remotos de la Sierra de Cádiz.

“Actuamos en zonas muy complicas, en zonas verticales, barrancos o cuevas, y atendemos en mitad de la noche o en la niebla”, explica uno de los veteranos del GRM

La noticia de la disolución del GRM ha movilizado al Consorcio, que rápidamente ha reaccionado corrigiendo la situación y trazando un horizonte de futuro para un grupo no solo querido y respetado en la comarca serrana, sino clave dentro del trabajo que presta el propio Consorcio. Entre las reacciones, hace solo unos días el Grupo de Espeleología de Ubrique hacía público su malestar y preocupación por la finalmente abortada disolución. “La utilidad de su existencia, en una zona montañosa como la nuestra, está fuera de toda duda, pero no solo para deportistas como espeleólogos, montañeros, parapentistas, escaladores…, sino para toda la gran cantidad de turistas que visitan la Sierra de Cádiz y sus senderos a lo largo del año, y que se mueven en este entorno natural. El GRM nos aporta a todos un plus de seguridad que no debería desestimarse a la ligera”, afirman en un escrito.

Este grupo ha rescatado a más de 500 personas durante sus dos décadas de existencia, sobre todo senderistas perdidos en plena montaña.

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