Cómo mantener un hospital con escasez de material y medios: "Tuvimos camas mojándose por falta de espacio"

La plantilla de mantenimiento del centro sanitario jerezano realiza una acampada de 24 horas para protestar por la previsible privatización del servicio

Trabajadores de mantenimiento, en el campamento instalado frente al Hospital de Jerez. FOTO: MANU GARCÍA
Trabajadores de mantenimiento, en el campamento instalado frente al Hospital de Jerez. FOTO: MANU GARCÍA

Los trabajadores de mantenimiento del Hospital de Jerez vuelven a protestar por el procedimiento abierto por el SAS para que una empresa privada se haga con el servicio en los hospitales y centros de atención primaria de la provincia. Esta vez lo hacen con un campamento, apostado frente al edificio de Materno Infantil, durante 24 horas que finalizarán este próximo miércoles a las ocho de la mañana.

Prácticamente la totalidad de los trabajadores del centro jerezano, unos 55, pasaron por el campamento en diferentes turnos. Ni el calor ni las fuertes rachas de levante fueron un impedimento para reivindicar su postura. Y es que, como recuerda José María Márquez, electricista y portavoz de los trabajadores, de hacerse con el servicio una empresa externa ésta se haría cargo del 65 por ciento de las funciones que actualmente llevan a cabo los trabajadores de mantenimiento en los hospitales gaditanos, mientras que en atención primaria este porcentaje ascendería al cien por cien. De esta manera, y ante esta brusca bajada de su carga de trabajo, entienden que “el futuro de nuestros empleos peligra”. “Nuestra lucha es intentar paralizar este proceso y buscar otras fórmulas que no pasen por externalizar o privatizar”.

Los trabajadores señalan que todo lo que conlleve que una empresa privada se haga con la concesión del servicio repercutirá en la calidad del trabajo. “Empeoraría por lógica. Cualquier empresa que venga va a tener como razón de ser el beneficio económico y eso se puede conseguir de dos formas, o encareciendo la función que ellos realizan con sobrecostes o bien disminuyendo la calidad y el número de trabajadores. No conozco otra manera de que haya beneficios”, señala Márquez. Eso, sin contar el coste de la adjudicación, 19 millones por dos años, según apuntan los trabajadores basándose en los datos que han conocido del propio SAS.

Trabajadores, en otro momento de su reivindicación. FOTO: MANU GARCÍA

De otro lado, el portavoz de estos trabajadores señala las especiales condiciones que rodean al trabajo en un centro hospitalario. “Aquí el trabajo es muy específico y de una gran sensibilidad, no es lo mismo trabajar aquí que en una fábrica, por citar un ejemplo. Cualquier trabajador de mantenimiento sabe, bien porque sus jefes le inculcan esa mentalidad, bien por sus propios compañeros, que lo más importante es el paciente y sobre él orbita nuestro trabajo. Si hay alguien a quien no se le debe molestar es al paciente y para ello ponemos todos los medios a nuestro alcance. Y aquí hay veces que han entrado otras empresas y parece que entraba un elefante en una cacharrería”.

Y mientras los empleados de mantenimiento viven con las incógnitas sobrevolando sus cabezas, éstos siguen sacando adelante su trabajo como mejor pueden, ya que afirman que desde hace meses arrastran el problema de la escasez de materiales y la tardanza en recibirlos, lo que “dificulta muchísimo nuestro trabajo”. “Intentamos por todos los medios sacar el trabajo adelante y las piezas defectuosas las reemplazamos como haría un mecánico, así le damos mayor agilidad al trabajo, pero la tardanza en llegar el material nos frena muchísimo”.

Igualmente afirman que no disponen de suficiente espacio para guardar todo lo que pasa por el taller. “Aquí en los meses de lluvia hemos tenido camas mojándose en la calle por no tener un lugar para tenerlas a cubierto y eso hace que el deterioro sea mayor”. Se da la paradoja que por la falta de camas, ante la tardanza en repararse debido a la falta de piezas, el SAS se ha visto obligado a comprar nuevas. “Hay situaciones muy chocantes. Esta mañana hemos visto a camas nuevas, porque las que hay no se reparan. Es un círculo vicioso que lo que hace es que las cosas no se solucionen”.

La Junta de Andalucía, por su parte, ya ha negado en más de una ocasión que el mantenimiento de los hospitales y centros de salud de la provincia se vayan a privatizar, asegurando además que las actuales plantillas de todos los centros gaditanos se mantendrán, ya que sostiene que es “rotundamente falso que el contrato ponga en riesgo los puestos de trabajo públicos”.

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Jorge Miró

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