Cinco playas de la provincia de Cádiz para refugiarse del levante este fin de semana

La Aemet pronostica varios días de levante, un viento que dificulta poder ir a la playa en el litoral gaditano

Calas de Roche, en Conil.
Calas de Roche, en Conil.
02 de agosto de 2025 a las 10:35h

El viento de levante, característico en la provincia de Cádiz, representa uno de los principales obstáculos para disfrutar de una jornada de playa en la provincia. Este fenómeno meteorológico, que sopla con fuerza desde el este, levanta la arena con tal intensidad que, en combinación con la marea alta, puede hacer prácticamente imposible permanecer en la orilla.

En la capital gaditana, una de las alternativas preferidas frente al Levante es la Playa de Santa María del Mar, también conocida como la Playita de las Mujeres. Se trata de un enclave de poco más de 600 metros de longitud, flanqueado por dos espigones que ayudan a mitigar el impacto del viento. Aunque su reducido tamaño exige madrugar para encontrar espacio libre, se mantiene como una de las opciones más recomendables cuando sopla el Levante.

Más al sur, en el municipio de Conil de la Frontera, las calas de Roche ofrecen un refugio natural frente a las rachas de viento. Situadas entre el puerto de Conil y la urbanización Roche, estas pequeñas playas, integradas en el entorno de acantilados rojizos, permiten disfrutar del mar incluso en días ventosos. Son seis calas en total, conocidas como las Calas de Poniente, entre las que destacan la Cala del Pato, Cala Encendida y Cala Áspero.

También en Conil, la Cala del Aceite se presenta como una opción válida. Su orientación sur y los acantilados que la protegen la convierten en un lugar resguardado del viento. Con una extensión de unos 450 metros, esta playa combina aguas cristalinas, arena blanca y un entorno natural que la hace especialmente atractiva. El acceso, algo más abrupto, se realiza mediante escaleras o una rampa natural.

De Rota a Barbate

En el término municipal de Rota, la playa de Punta Candor constituye otra de las alternativas para escapar del Levante, siempre que no sople con excesiva intensidad. Su sistema de dunas naturales actúa como barrera frente al viento, creando un entorno más apacible. La playa se divide en dos zonas: una al noroeste, que parte desde la Punta de Peginas, y otra al sureste, donde se encuentra el saliente que le da nombre.

Hacia el extremo sur de la provincia, en Barbate, la playa de Zahora ofrece cierta protección frente al viento gracias a la configuración natural del tómbolo de Trafalgar. Este promontorio, coronado por un faro, actúa como escudo parcial, permitiendo a los bañistas encontrar algo de respiro. Sin embargo, las condiciones son variables y fuera de esa franja protegida, el Levante puede volver a dominar el paisaje.

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Emilio Cabrera.

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