Jaulas escondidas en un colegio para retirar una colonia felina en Chiclana: "Una gata, atrapada más de 12 horas"

La asociación Huellas Callejeras denuncia una gestión irregular de esta colonia que causa molestias a las familias del CEIP José de la Vega. El Ayuntamiento explica que el grupo no está censado por no asegurar condiciones mínimas de salubridad

Gata atrapada durante más de 12 horas en la jaula trampa en Chiclana. CEDIDA
14 de mayo de 2025 a las 16:10h

La presidenta de la Asociación Protectora de Animales Huellas Callejeras de Chiclana, July Torres, ha denunciado públicamente lo que califica como una “aberración” por parte del Ayuntamiento del municipio. Según asegura, la Delegación de Sanidad y Bienestar Animal ha intervenido de forma irregular en una colonia de gatos cercana al CEIP José de la Vega, tras las quejas de algunas familias por sufrir sus hijos picaduras de pulgas.

Torres explica que desde la tarde del día anterior, a partir de las 14.00 horas, se instalaron jaulas trampa dentro del propio centro educativo, sin ningún tipo de supervisión por parte del personal responsable. Como consecuencia, una gata que ya había sido esterilizada por su alimentadora habitual quedó atrapada durante más de 12 horas. El animal, según expresa, sufrió "un alto nivel de estrés dándose golpes con la reja de la jaula trampa".

Desde Huellas Callejeras recuerda que esta colonia, aunque controlada, no se encuentra registrada oficialmente en el sistema de Sanidad, lo que ha sido utilizado como argumento para su retirada. No obstante, la protectora insiste en que la actuación vulnera la Ley de Bienestar Animal, concretamente varios puntos de la Ley 07/2023.

La asociación denuncia que no se cumplen los protocolos

La asociación Huellas Callejeras ha denunciado que no se están cumpliendo los protocolos establecidos para la gestión de colonias felinas en Andalucía. Según la organización, se están llevando a cabo capturas indebidas de gatos comunitarios y su traslado a perreras, una práctica expresamente prohibida por la normativa vigente. En estos casos, los animales deben ser tratados con especial cuidado, priorizando su bienestar y siguiendo directrices claras en función del entorno y la situación concreta de la colonia.

Imagen compartida por Huellas Callejeras.

Cuando una colonia felina genera conflictos por su cercanía a espacios sensibles —como colegios, hospitales o residencias—, el primer paso debe ser un desplazamiento, no una reubicación. Esto implica trasladar a los gatos a una zona más adecuada, pero cercana y con condiciones similares. Solo si este desplazamiento no es viable, se puede optar por una reubicación, procedimiento que requiere una solicitud formal del centro afectado a la Junta de Andalucía, la verificación de un técnico competente y la aprobación tanto del Ayuntamiento como del Colegio Veterinario.

En todos los casos, las capturas deben ser realizadas exclusivamente por personal autorizado y siempre bajo la vigilancia de un veterinario especializado en colonias felinas. Además, el nuevo entorno donde se ubiquen los gatos debe cumplir con cuatro condiciones básicas: una zona de alimentación, otra de descanso, una para el esparcimiento y una más para la evacuación. Los animales deben permanecer al menos cuatro semanas en este nuevo lugar antes de ser liberados o tener acceso al exterior.

July ha recordado el punto 8 del protocolo andaluz, que establece que “las acciones de retirada para la reubicación o desplazamiento en otro espacio preservarán el bienestar de los gatos comunitarios y las colonias felinas y se realizarán bajo supervisión veterinaria y previo informe preceptivo del órgano competente de la comunidad autónoma”. Según explica a lavozdelsur.es, este informe debe valorar la necesidad de la actuación y planificar las opciones más adecuadas, especialmente en situaciones excepcionales.

Respecto a las capturas para la esterilización, el protocolo también marca directrices específicas. Las jaulas deben ser colocadas y vigiladas permanentemente por cuidadores autorizados o personal cualificado designado por el Ayuntamiento. Una vez que un gato ha sido capturado, el transportín o jaula debe ser asegurado y cubierto con una tela opaca para reducir el estrés del animal. Además, se debe retirar inmediatamente del lugar, evitando la exposición a condiciones adversas.

La organización insiste en que el tiempo entre la captura y el retorno del animal debe ser mínimo, siempre con el objetivo de preservar su bienestar. Huellas Callejeras reclama que se respete el marco legal vigente y se detengan las prácticas que vulneran los derechos de los gatos comunitarios, exigiendo mayor vigilancia y responsabilidad por parte de las administraciones implicadas.

Exigen el cese inmediato de estas prácticas

Esto es ilegal”, dice Torres, que acusa directamente al consistorio de una gestión que, a su juicio, “no se ajusta a la normativa vigente”. La asociación critica la falta de sensibilidad y de protocolos adecuados en una intervención que califican de “salvajada”. Además, advierten de las consecuencias psicológicas y físicas que estas acciones pueden tener para los animales.

Gata atrapada en la jaula trampa.  CEDIDA

La Asociación Huellas Callejeras exige al Ayuntamiento de Chiclana el cese inmediato de estas prácticas y el cumplimiento estricto de la Ley de Bienestar Animal. A través de su denuncia pública, hace un llamamiento a la ciudadanía para que se respete el trabajo que realizan las alimentadoras y los protocolos de gestión de colonias felinas, recordando que estos animales también tienen derecho a una vida digna y protegida.

Quejas por la presencia de gatos en el colegio

La AMPA Panzacola de este colegio se puso en contacto con las delegaciones de Educación y Deporte y Salud y Medio Ambiente para trasladar "el descontento de gran parte de las familias" con respecto a la colonia de gatos que hay en la puerta del centro.

"La dirección del colegio ha dado parte de esta situación en varias ocasiones a lo largo de estos años y, en concreto, en este curso llevamos ya varios incidentes con estos animales", expone.

En el comunicado, señala que "un gato que se adueñó de una clase y tuvimos que trasladar a los alumnos a otra, en concreto a la de Artística, dejando al resto de alumnos sin esa instalación". Según comentaron, "el olor era insoportable y las limpiadoras necesitaron varios días para dejar la clase habitable", recuerda la AMPA, que señala que tuvo que ir la Guardia Civil a por el gato.

También explica que han detectado varios casos de alumnos con posibles picaduras de pulgas, según las indicaciones de sus propios pediatras. Además, los parterres de los árboles y los jardines tienen a menudo excrementos de los gatos. "Nuestro conserje debe buscarlos como si de minas de tierra se trataran", apunta.

En este texto, la  AMPA sostiene que han informado a las familias de que si ven a alguna persona alimentando a los gatos pueden denunciarlo. "Es poco probable que observen esta conducta, ya que probablemente les pongan la comida en horas no lectivas", dicen.

"Rogamos que entre todos busquemos alguna solución a este problema que puede parecer pequeño, pero en un descuido se puede convertir en algo muy grave en cuanto a la salud de nuestros pequeños", finaliza.

El Ayuntamiento explica los motivos

El Ayuntamiento de Chiclana, a través de la Delegación de Bienestar Animal, ha confirmado a este medio que ha comenzado a retirar la agrupación de gatos existente en las inmediaciones de este colegio y ha explicado las circunstancias de esta decisión.

Según detalla, recibió la solicitud de intervención por parte del colegio. "En ella se ponen de manifiesto las condiciones de insalubridad derivadas de la presencia de una agrupación de gatos en las instalaciones e inmediaciones del colegio. Condiciones tales como proliferación de insectos, existencia de restos de basura y desperdicios de comida en las instalaciones del centro, así como defecaciones y orines en el interior del edificio o presencia de gatos en clases, provocando la necesidad de desplazar al alumnado de su aula, por citar algunas de las condiciones más representativas", sostiene.

El Consistorio explica que la agrupación de gatos en cuestión no se encuentra censada en el Registro Municipal de colonias felinas. Según expone, este hecho se debe a que su emplazamiento "no asegura unas garantías mínimas de salubridad e higiene para los propios felinos". Y prosigue: "Innumerables vecinos insisten en alimentarles de manera improvisada con restos de comida humana, sin garantizar el estado de la misma, sin pautas temporales, etc.". Tampco considera que cumpla estas garantías para la comunidad educativa del colegio, como así recoge la solicitud del AMPA.

"Se solicitó a una entidad de protección animal de la localidad el traslado de estos gatos a una colonia cercana con el fin de garantizar las condiciones de salubridad e higiene citadas, pero no se ha realizado en su totalidad", concluye.

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Patricia Merello

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