El Ayuntamiento de Chiclana ha vuelto a poner orden en una de las tradiciones más esperadas de la Navidad: las Zambombas. El alcalde, José María Román, ha firmado el bando municipal de Zambombas navideñas con el objetivo de regular nuevamente estas celebraciones en los distintos establecimientos de la ciudad. La medida se ampara en la Ley 13/1999, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía, el Decreto 155/2018, la Ley 37/2003 del Ruido y el Decreto 195/2007, que fijan las condiciones generales para espectáculos públicos y actividades extraordinarias.
De acuerdo con el bando, las Zambombas se podrán celebrar entre el 28 de noviembre y el 25 de diciembre. Los organizadores deberán solicitar la autorización correspondiente a través de la ventanilla virtual del Ayuntamiento, al menos 20 días hábiles antes en el caso de eventos en establecimientos, y 15 días hábiles cuando se trate de celebraciones en la vía pública, como calles o plazas del municipio.
Sin embargo, el documento también establece excepciones. No será necesario pedir autorización extraordinaria para las Zambombas de carácter privado o familiar, ni para aquellas consideradas “tradicionales” en locales con licencia de discoteca, pub o bar con música. Tampoco la necesitarán los establecimientos que cuenten con licencia municipal de sala de fiestas, salón de celebraciones, teatro o auditorio.
Convivencia y respeto
En cuanto al horario, las Zambombas deberán desarrollarse entre las 13.00 y las 00.00 horas. Además, queda prohibida la instalación o el uso de equipos de reproducción o amplificación sonora, una medida destinada a evitar molestias y garantizar la convivencia vecinal.
El Ayuntamiento ha precisado también que, por su carácter extraordinario, no se autorizarán Zambombas con programación cíclica o periódica. Cada establecimiento podrá obtener un máximo de dos permisos, cuyas solicitudes deberán presentarse de forma individual y respetando los plazos establecidos.
Con este nuevo bando, el Consistorio chiclanero busca mantener viva la tradición de las Zambombas, pero siempre bajo un marco de convivencia y respeto que permita disfrutar de las fiestas sin conflictos.


