Ustea Cádiz denuncia que en esta pasada semana en los centros educativos de la provincia se han superado los 27 grados dentro de las aulas, cuando la temperatura óptima para realizar una labor sedentaria, según el Real Decreto 486/1997, debe estar entre los 17 y 27 grados. "Es imposible realizar las tareas propias del proceso enseñanza-aprendizaje cuando el calor se hace insoportable, pero es aún peor: un docente o un alumno puede sufrir un golpe de calor. ¿De quién será la responsabilidad si eso ocurre?", se preguntan desde el sindicato.
En algunos centros educativos de la provincia, las Ampas han pasado a la acción, como por ejemplo la Ampa del CEIP Cristo Rey de San Pablo de Buceite, y han climatizado los centros o han hecho lo necesario para que sus hijos no sufran el calor extremo que todavía continúa en septiembre. "Hablamos de aulas con 25, 30 o 35 niños adolescentes y un profesor o profesora. Si en esas condiciones no hay climatización y la temperatura exterior es de más de 35 grados, la situación en el aula es absolutamente insostenible", explican, a través de una nota.
"La Consejería de Educación ha climatizado sólo unos pocos centros de los casi 600 que hay en nuestra provincia. En menos centros aun ha llevado a cabo la preceptiva Evaluación Inicial de Riesgos Laborales bajo la excusa de no contar con suficientes técnicos", recoge el comunicado. Desde el sindicato piden que se tomen en serio los riesgos laborales: "Estamos en 2018 y se supone que somos un país serio y moderno. Estos temas no son detalles ni anécdotas. Hablamos de la salud de los trabajadores y, en este caso, también, de la salud de decenas de miles de niños y adolescentes. También de alumnos adultos".
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