La organización ecologista Verdemar, Ecologistas en Acción, comparecerá el próximo 25 de septiembre ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para denunciar las actuaciones medioambientales que, a su juicio, está llevando a cabo Gibraltar en el Estrecho y que estarían provocando un grave deterioro ecológico en esta zona protegida por la legislación comunitaria.
El Parlamento Europeo ha aceptado a trámite la solicitud de intervención, lo que permitirá al presidente de Verdemar, Antonio Muñoz Secilla, dirigirse a eurodiputados y representantes de la Comisión Europea para exponer las prácticas realizadas desde el Peñón y su impacto sobre el medio ambiente. Una oportunidad clave para trasladar las denuncias a nivel institucional en Bruselas.
Prácticas en el entorno natural del Estrecho
Verdemar solicitará que el Parlamento inste formalmente a la Comisión Europea a reclamar al Gobierno británico el compromiso de preservar el ecosistema marino del Estrecho, poniendo fin a lo que consideran una serie de malas prácticas medioambientales. En su petición, alertan de un vacío legal generado tras el Brexit que ha favorecido estas actuaciones.
Muñoz Secilla advierte que “desde la salida del Reino Unido de la UE, el 31 de enero de 2020, se ha creado un vacío legal, incrementado por las malas prácticas llevadas a cabo desde Gibraltar, que provocan efectos devastadores en la Zona Especial de Conservación (ZEC) del Estrecho, protegida como Lugar de Importancia Comunitaria por la UE”.
En su documentación presentada ante Bruselas, Verdemar recuerda que la zona afectada abarca desde la Bahía de Algeciras hasta el Mar de Alborán, y que el Estrecho es una zona de “alta complejidad oceanográfica y geomorfológica”, amparada por la Directiva Hábitats europea (92/43/CEE), el Convenio de Barcelona y el Convenio de Montecarlo.
Vertidos, rellenos y presencia de submarinos nucleares
Entre las prácticas denunciadas, destacan varios episodios recientes. El primero, la colisión el 4 de diciembre de 2024 entre el petrolero Gloria Maris y el portacontenedores HMM St. Petersburg, en aguas del ZEC del Estrecho Occidental, donde —según la organización— se incumplía la normativa vigente.
Además, denuncian la acumulación de escombros y rellenos ilegales con arenas contaminadas en la bahía, junto a un proyecto urbanístico en la cara este de Gibraltar que contempla 1.300 viviendas, un hotel y un puerto deportivo sobre terrenos ganados al mar. A todo ello se suma el hecho de que Gibraltar no depura sus aguas residuales, vertiéndolas en una zona protegida por la Red Natura 2000.
También se hace mención a la presencia de submarinos nucleares como el HMS Anson, que atracó el pasado 2 de febrero, y otro que lo hizo el 19 de enero. Verdemar subraya que el puerto gibraltareño no dispone de condiciones para su atención, repostaje o reparación, lo que implica riesgos medioambientales adicionales.
Para Muñoz Secilla, todas estas actuaciones “vulneran el espíritu del Acuerdo de Retirada del Reino Unido de la UE”, recordando que el protocolo sobre Gibraltar establece el compromiso de ambas partes de mantener los más altos estándares de protección ambiental, algo que, asegura, no se está cumpliendo.