La Colección Ortega Brú del Museo Municipal de San Roque reabre este jueves 11 en el Palacio de los Gobernadores, tras varios meses de trabajos de renovación. La principal novedad será la inclusión de un relieve tallado por el artista para la capilla de San Felipe Neri, una obra que hasta ahora permanecía inédita en la muestra.
La reapertura tendrá lugar a las 20 horas y contará con la presentación oficial de la nueva museografía, que ofrece una imagen más contemporánea de la exposición del célebre imaginero. Así lo confirmó la teniente de alcalde delegada de Cultura, Ana Ruiz, quien subrayó la importancia de esta fecha al coincidir con el aniversario del nacimiento del escultor, el 10 de septiembre de 1916.
Una exposición renovada con obras inéditas
“Se ha trabajado durante meses para adecuar la colección a estándares expositivos más contemporáneos”, señaló Ruiz. Además de la renovación de la panelería, se han incorporado a las salas obras que hasta ahora permanecían en los almacenes municipales. “Tanto en la sala de imaginería como en la de vanguardias se podrán ver interesantes creaciones poco conocidas”, añadió la edil.
La obra más destacada es el relieve para la capilla-mausoleo de San Felipe Neri, que Ortega Brú realizó entre 1958 y 1960 para un emplazamiento exterior. “Tras el derribo de la capilla-mausoleo se fueron barajando distintas ubicaciones para esta pieza. Finalmente hemos aprovechado esta remodelación para recuperarla colocándola en diálogo con las obras conservadas en el Museo Municipal”, explicó Ruiz.
El legado de Ortega Brú en San Roque
El Museo Municipal, inaugurado en mayo de 2001, se ha convertido en una de las señas de identidad de San Roque gracias a la colección donada por Manuel González, mecenas del artista entre 1970 y 1978. González cedió cerca de 200 obras, que durante años permanecieron guardadas en una nave industrial en Vicálvaro (Madrid).
En las salas se aprecia la versatilidad del imaginero, capaz de transitar desde la imaginería barroca hasta las corrientes abstractas y expresionistas. Entre las piezas más relevantes figura “La Piedad”, en madera policromada y restaurada por su hijo, Luis Ángel Ortega León, y “La Resurrección”, un conjunto en madera de cedro que representa la escena bíblica sin llegar a ser policromada.
Luis Ortega Brú (San Roque, 1916 - Sevilla, 1982) es considerado uno de los grandes imagineros del siglo XX. Su carrera comenzó tras estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de La Línea y recibir clases de dibujo con el poeta José Domingo de Mena. La Guerra Civil marcó su vida: sus padres fueron fusilados y él mismo fue condenado en 1940 a tres años de prisión por auxilio a la rebelión.
En 1944 se trasladó a Sevilla, donde inició su reconocimiento artístico con una primera exposición en 1949. En 1952 obtuvo el Premio Nacional de Escultura por La Piedad y más tarde trabajó en Madrid como maestro escultor, antes de regresar en 1978 a la capital andaluza, donde continuó en el taller de Guzmán Bejarano hasta su fallecimiento en 1982.
