Tarifa se despide de uno de sus hijos más queridos. Joaquín Muñoz, el relojero, ha fallecido este miércoles 6 de agosto en una jornada marcada por el incendio forestal. Su partida deja una huella imborrable en el corazón de quienes lo conocieron. En palabras de un ser cercano, "tengo de nuevo el corazón hecho jirones y una pena por él, por su mujer, por sus hijos, por mi mujer, por su familia." La ciudad entera parece haber detenido el tiempo.
"Se ha detenido el tiempo en Tarifa", decía otra emotiva despedida. Joaquín no solo arreglaba relojes: cuidaba del tiempo de toda una comunidad.
Nacido hace 87 años, justo frente a donde montó su relojería, Joaquín Muñoz era un símbolo en la calle Copons. Allí, desde su pequeño rincón, ejercía su oficio con una maestría que deslumbraba a quienes lo observaban. "Era un verdadero lujo verlo trabajar", recordaba un vecino. Otro lo definía como “una gran persona y mejor relojero”. Todos coinciden en que se va un referente.
Palabras de admiración
Las condolencias se multiplican. "Mi pésame a toda su familia. Una bella persona. Su maestría y su saber tratar a la gente lo convirtieron en un referente." Su legado profesional está marcado por la precisión, la calidez humana y la humildad. “Era asombroso verlo trabajar… DEP”, expresan entre besos al cielo y abrazos simbólicos que cruzan las redes.
"Cuando entrabas en su relojería te embargaba una sensación de paz, como si se detuviera el tiempo", escribe otra persona que lo admiraba.
Tarifa llora a uno de sus Hijos más Predilectos, no por el título, sino por lo que representaba para su gente. "Ha enmudecido el tic-tac de los relojes y cuerdas de rondalla y el cuco ha quedado huérfano sin atreverse a salir de su hueco en la pared. Ha muerto el más puntual de los Hijos más Predilectos de Tarifa. De como así se sintió en vida, predilecto de verdad y orgulloso de ello", expresa su sobrino.


