Numerosos árboles destrozados, varios muros derribados y garajes inundados. Estas han sido algunas de las consecuencias del paso de la manga marina por Costa Ballena, en Rota.
La avenida Carla de Orleans ha sido la zona más afectada, donde se han registrado los principales desperfectos. La Policía Local de Rota se desplazó rápidamente hasta la avenida Carla de Orleans para cortar el tráfico y garantizar la seguridad de los vecinos. Según informaron, el paso del torbellino marino se llevó por delante prácticamente todo el arbolado de la zona. Entre los daños más relevantes, se encuentra el derribo del cerramiento de hormigón de la comunidad de propietarios Los Ánzares, una de las áreas más castigadas por el viento.
La fuerza del fenómeno también provocó la rotura de ramas, la caída de señales de tráfico y el destrozo de una marquesina de autobús. Las instalaciones deportivas no se libraron: la red del campo de fútbol D3 sufrió daños, al igual que diversas cartelerías y, especialmente, la gasolinera de la entrada por Carla de Orleans, que perdió parte del techo, la zona de lavado de coches y varias estructuras metálicas.
Agradecimiento a la colaboración vecinal
Desde primeras horas del día, Protección Civil, personal de Parques y Jardines y operarios municipales trabajaron de forma coordinada para asegurar la zona, limpiar los restos y eliminar ramas con riesgo de caída. También se acordonaron las áreas más peligrosas y se agradeció la colaboración vecinal en las labores de emergencia y contención de daños.
Las autoridades locales destacaron la rápida respuesta de los equipos de emergencia para minimizar riesgos y evitar heridos, en un suceso que, pese a su intensidad, no dejó daños personales. Las tareas de limpieza y reparación continuarán en los próximos días mientras se evalúan los daños estructurales y se refuerzan las medidas de prevención ante posibles nuevos episodios meteorológicos adversos.
Una manga marina –también conocida como tornado marino– es un fenómeno atmosférico que se forma sobre el agua cuando una columna de aire giratorio conecta la superficie marina con una nube de tormenta. Al desplazarse hacia tierra, puede causar destrozos similares a los de un tornado, con fuertes rachas de viento que arrancan árboles, levantan tejados y dañan infraestructuras en su trayectoria.





