Verdemar–Ecologistas en Acción ha vuelto a denunciar la grave sobreexplotación hídrica que sufre el río Guadiaro y sus afluentes, el Genal y el Hozgarganta, en el Campo de Gibraltar, incluidos en la Red Natura 2000. El colectivo advierte de que la causa principal es el crecimiento descontrolado de los cultivos de aguacate en terrenos de secano, una práctica que está provocando un desequilibrio hídrico alarmante en la zona.
La organización acusa a la Junta de Andalucía de “estar del lado de los especuladores” y fomentar un modelo agrícola depredador que pone en riesgo el agua, los ecosistemas y el futuro del territorio.
“Donde antes había vacas y acebuches, ahora hay pozos ilegales y aguacates. La Junta de Andalucía es cómplice de que el río Guadiaro muera”, denuncia Verdemar–Ecologistas en Acción.
El río Genal se seca y el Guadiaro pierde su caudal ecológico
Según los ecologistas, la desecación progresiva del río Genal y el agotamiento de su acuífero están provocando que el caudal del Guadiaro se infiltre en el subsuelo para rellenar el vacío, generando un grave desequilibrio hídrico en toda la cuenca.
La pérdida del caudal ecológico mínimo establecido en el Plan Hidrológico de la Demarcación supone, además, un incumplimiento de la Directiva Marco del Agua, lo que acelera el deterioro de los ecosistemas fluviales y de las especies que dependen de ellos.
Especulación, abandono rural y exigencias urgentes
El colectivo alerta también de la intromisión de fondos de inversión y grandes capitales que compran fincas históricas para transformarlas en monocultivos intensivos, desplazando a la población local y destruyendo la economía sostenible del valle del Guadiaro.
“La Junta de Andalucía está al lado de los especuladores y no de quienes cuidan el territorio. Está alimentando a un ogro que destruye los ríos, los acuíferos y la vida rural”, advierte Verdemar.
Ante esta situación, la organización exige una actuación inmediata de la Junta y de la Confederación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas para garantizar los caudales ecológicos y evitar un desastre ambiental irreversible.
Verdemar reclama la paralización de pozos ilegales, la restauración de terrenos degradados y la instalación obligatoria de contadores de agua en todas las fincas de riego.
“Seguimos denunciando esta situación desde hace años y todo empeora. No hay control, no hay inspecciones y los ríos se mueren ante la pasividad de las administraciones”, concluye el colectivo ecologista.


