Un gran susto se llevaron los bañistas que este pasado domingo que disfrutaban de la jornada en la playa de Maro, en Nerja, tras el desprendimiento de una gran cantidad de rocas y tierra desde uno de los acantilados cercanos de la localidad malagueña. Aunque el suceso generó un gran impacto visual y acústico, las autoridades locales confirmaron que no se produjeron heridos, ya que en el momento del derrumbe no había personas practicando actividades acuáticas como kayak o paddle surf en la zona.
El incidente ocurrió sobre las cinco de la tarde y afectó a un tramo de unos treinta metros de longitud, situado entre la popular Cascada Grande y la playa mareña. Una enorme polvareda alarmó a los bañistas que llenaban la playa en ese momento, creándose una gran nube de polvo tras la caída del material rocoso. El estruendo fue percibido claramente desde la orilla y provocó que muchas personas se levantaran de sus toallas para observar lo sucedido.
Una zona muy frecuentada por turistas
El desprendimiento tuvo lugar junto a uno de los enclaves naturales más fotografiados de la costa de Nerja, lo que contribuyó a aumentar la impresión entre los presentes. Pocos minutos después del suceso, comenzó a circular por redes sociales un vídeo grabado por un veraneante, en el que se aprecia el momento exacto del derrumbe. Las imágenes han tenido una gran difusión y han generado numerosas reacciones, en su mayoría de sorpresa y alivio por la ausencia de víctimas.
Aunque no hubo que lamentar daños personales, el suceso ha generado una ola de preocupación entre los visitantes y residentes de la zona. Algunos han vuelto a insistir en la necesidad de establecer mayores medidas de control y vigilancia en áreas costeras con riesgo geológico, especialmente en puntos con alta afluencia durante la temporada estival.
El Ayuntamiento de Nerja ha asegurado que se están evaluando las condiciones del terreno afectado y que técnicos especializados analizarán la estabilidad del acantilado en los próximos días. Mientras tanto, se recomienda extremar la precaución en las inmediaciones de acantilados y zonas de difícil acceso del litoral malagueño.



