Cinco personas han sido detenidas por su presunta implicación en el secuestro de una mujer y su hijo, ocurrido el pasado 12 de marzo en una villa ubicada en El Salobre, al sur de Gran Canaria. No obstante, el epicentro estuvo siempre en Málaga. La operación culminó con la liberación de las víctimas dos días después del rapto. Las detenciones se han producido en el marco de una investigación policial que continúa bajo secreto de sumario.
Según la información publicada por los diarios La Provincia y Canarias7, dos de los arrestos se practicaron el lunes 28 de abril en Málaga, mientras que los otros tres se llevaron a cabo en Gran Canaria. Las fuentes citadas por ambos medios no han sido confirmadas oficialmente, dado que la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Canarias ha declinado hacer declaraciones al respecto.
Los dos individuos detenidos en Málaga están considerados como los autores materiales del secuestro, mientras que los otros tres, entre los que se encuentran dos hombres y la pareja de uno de ellos, habrían prestado colaboración desde la isla. Todos ellos fueron puestos a disposición judicial el 30 de abril.
Al menos los arrestados en la ciudad andaluza habrían ingresado ya en prisión provisional, según detalla la prensa local. Las actuaciones judiciales continúan desarrollándose mientras la investigación avanza en la recopilación de pruebas.
Desde el inicio del caso, los investigadores han manejado como principal hipótesis un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. Las pesquisas apuntan a que se trató de un “vuelco”, término utilizado para referirse al robo de droga entre bandas rivales.
Planeado en la península
Los presuntos responsables intelectuales del secuestro estarían afincados en Málaga y contarían con antecedentes delictivos. Según La Provincia, estos individuos habrían responsabilizado al marido y padre de las víctimas, identificado como José A.C., de apropiarse de parte de un alijo de cocaína.
En concreto, se le atribuye la desaparición de 502 kilogramos de una carga total de más de 2.000, que habría sido introducida en las islas a través del Puerto de Las Palmas. Durante los registros practicados en ambas ciudades se habrían hallado indicios relevantes, incluido material utilizado en el secuestro, localizado en una vivienda de Málaga.


