El PSOE ha decidido abrir expediente disciplinario a Antonio Navarro, secretario general de los socialistas en Torremolinos, y suspenderlo cautelarmente de militancia tras la denuncia presentada por una militante por presunto acoso sexual. La denuncia fue registrada tanto ante el propio partido como ante la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer, que ha iniciado diligencias preprocesales.
La resolución de la Comisión Ejecutiva Federal, se emite después de que la Secretaría de Organización Provincial del PSOE de Málaga solicitara la suspensión cautelar al conocerse la apertura de dichas diligencias. El expediente busca esclarecer los hechos y determinar posibles responsabilidades internas.
Según el documento, tras analizar la información disponible, se concluye que Navarro podría haber incurrido presuntamente en conductas recogidas en dos artículos del Estatuto Federal, tipificadas como falta grave y falta muy grave, relacionadas con una supuesta mala conducta cívica o ética. No se descarta que puedan aparecer nuevos elementos a lo largo del procedimiento.
La denuncia presentada en noviembre detalla que, durante el último trimestre de 2021, la militante comenzó a recibir mensajes de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas. Estos hechos, según el relato, le generaron un entorno "intimidatorio, degradante y humillante" tanto en el ámbito laboral como fuera de él, incluso en horario nocturno. La mujer ya había trasladado estos hechos al partido en dos ocasiones anteriores, en junio y octubre, a través de los cauces internos.
El caso de Paco Salazar
Este caso surge en un contexto especialmente sensible para la organización, que ha reconocido que podría haber gestionado de manera más diligente las denuncias presentadas por dos militantes contra el exdirigente socialista Paco Salazar, también acusado de acoso sexual.
El asunto ha sido tratado por responsables de Igualdad en una reunión convocada por la dirección federal. Según una de las participantes en ese encuentro, el ambiente interno es de "mucha tensión".
Fuentes socialistas explican que, en ese encuentro, la secretaria de Igualdad de la Ejecutiva federal, Pilar Bernabé, expuso los avances del procedimiento y admitió que el partido podría haber actuado de forma más rápida en el seguimiento de las denuncias registradas en el canal interno.
La polémica también ha alcanzado al Gobierno. La ministra portavoz, Pilar Alegría, calificó de "vomitivas" las expresiones recogidas en los testimonios de varias mujeres que trabajaron bajo las órdenes de Salazar y afirmó que, cuando se tuvo conocimiento de los hechos, se procedió a su cese. Alegría aseguró que la actuación fue inmediata en cuanto se elevaron las alertas.
Desde la oposición, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se refirió al exasesor como un "guarro", señalando que alguien con ese comportamiento no puede ocupar un cargo de confianza en Moncloa. Feijóo hizo estas declaraciones a su llegada a un acto público, donde insistió en que las acusaciones contra Salazar son incompatibles con cualquier puesto cercano a la Presidencia del Gobierno.