Hace un año, Mansour se convirtió en una figura ampliamente reconocida tras protagonizar una de las imágenes más difundidas durante la dana que afectó a Valencia y a otras localidades españolas. Hoy, ese joven vive en Málaga, debajo de un puente, sin recursos económicos y en una situación de extrema vulnerabilidad. El contraste entre ambos momentos resume una historia marcada por la viralidad, el reconocimiento institucional y una realidad actual muy distinta.
Mansour tenía 19 años cuando se adentró en las corrientes de agua durante aquella gran inundación y cruzó una zona completamente anegada para rescatar a una anciana que había quedado atrapada. La cogió en brazos y la llevó hasta un lugar seguro. A raíz de su actuación, recibió una mención de honor por parte del Ayuntamiento de Málaga y fue elegido rey Baltasar en la cabalgata de Reyes de 2025.
Sin recursos y viviendo bajo un puente
Más de doce meses después de aquella escena, la situación personal de Mansour es muy precaria. Actualmente, vive debajo del Puente del Carmen, también conocido como Puente Muelle Heredia, en Málaga. No tiene vivienda, no tiene trabajo y no dispone de dinero. Además, se encuentra sin papeles, lo que le impide acceder a un empleo.
"Yo no entiendo por qué estoy viviendo una mierda, por qué no estoy tranquilo, porque yo tampoco lo entiendo", explica Mansour en declaraciones a Informativos Telecinco. Sus palabras reflejan el desconcierto ante una situación que, un año después de su gesto, no ha encontrado una salida.
El intento de empezar de nuevo en Madrid
Mansour es solicitante de asilo y llegó a España hace tres años. Pese al reconocimiento recibido tras el rescate, su situación administrativa sigue sin resolverse, lo que condiciona todos los aspectos de su vida diaria.
Hace tan solo unos meses, decidió trasladarse a Madrid con la esperanza de mejorar su situación. Según relata, allí le esperaba un trabajo, un hogar y un buen sueldo. Sin embargo, la realidad fue muy diferente a lo prometido. "La empresa me estaba pagando 120 euros al mes. Yo no puedo estar en la capital malviviendo", afirma. Tras varios meses viviendo en la calle en Madrid, optó por regresar a Málaga, aunque la situación no ha mejorado.
Ante este escenario, su petición es directa y concreta: "Necesito papeles para poder trabajar". Esa es la única demanda que lanza públicamente, vinculada a la posibilidad de acceder a un empleo y salir de la calle. Pese a todo, algunas personas no se han olvidado de él. En estas fechas señaladas, una mujer llamada Ana ha decidido ayudarle ofreciéndole un lugar donde pasar la Nochebuena. Un gesto puntual que alivia, al menos por un día, una situación que sigue sin resolverse.
