Un joven de entre 20 y 30 años ha fallecido esta noche Málaga tras precipitarse desde la primera planta del Centro Comercial Viaria. Antes del salto, se había autolesionado con un arma blanca en un intento de autólisis. El Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió varias llamadas de alerta y movilizó de inmediato a la Policía Nacional y a los equipos sanitarios del 061. El joven, como ha detallado El Español, fue trasladado al Hospital Regional de Málaga, donde perdió la vida horas más tarde, según confirmaron fuentes próximas a la investigación.
El contexto del Día Mundial para la Prevención del Suicidio
Este suceso coincide con la inminente conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2025, que se celebra este miércoles 10 de septiembre. La Confederación Salud Mental España ha hecho público un manifiesto en el que recuerda: “Como cada 10 de septiembre, en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, renovamos el mensaje según el cual la conducta suicida se puede prevenir. Con ello ponemos en valor el derecho más preciado: el derecho a la vida”.
El documento señala que, pese a un leve descenso previsto en las cifras, los 4.000 fallecimientos anuales por suicidio continúan siendo un grave problema de salud pública. Este año, además, se ha aprobado el Plan de Acción para la Prevención del Suicidio 2025-2027, impulsado por el Ministerio de Sanidad. Una medida calificada por la Confederación como una “demanda histórica” del movimiento asociativo en salud mental.
Un llamado a la transformación social
En su declaración, la Confederación subraya la importancia de ofrecer información rigurosa y combatir prejuicios en torno al suicidio. También subraya la necesidad de detectar colectivos vulnerables para intervenir de forma temprana y reforzar el acompañamiento a familias y supervivientes. El texto pone el acento en los factores sociales que pueden derivar en una ideación suicida: “Los seres humanos somos seres sociales, de tal manera que nuestra experiencia mental está fuertemente determinada por los condicionantes sociales”.
El manifiesto insiste en que la presión ambiental, la exigencia y el ritmo acelerado de la vida pueden generar frustración y sentimientos de incomprensión. En los casos más graves, ese malestar psíquico puede llevar a cuestionar el sentido de la propia existencia. Frente a ello, el llamamiento es claro: “Transformar el dolor en esperanza es tanto como transformar las condiciones materiales y anímicas de la sociedad”.
La Confederación plantea propuestas concretas para apostar por la vida: un mercado laboral más estable, una mejor conciliación entre la vida personal y profesional, el acceso asequible a la vivienda, precios equilibrados en la cesta de la compra y una atención sociosanitaria más ágil. También destaca la necesidad de combatir la soledad no deseada, reforzar los lazos comunitarios y proclamar la dignidad de todas las personas.
El manifiesto concluye apelando a la responsabilidad colectiva y a la voluntad política de dar continuidad al nuevo plan nacional. “La presión social que por diversos motivos podemos llegar a sentir, a veces nos puede superar. Seamos realistas y sinceros con nosotros y nosotras mismas, y sepamos ver hasta dónde llegamos, sepamos entender nuestros límites”. Y añade: “Ahora, tenemos que tejer una red de seguridad entre todos y todas. Tenemos que lograr la transformación social para que la vida sea un lugar donde vivir”.
Teléfono de la Esperanza y 024
En caso de atravesar una situación de malestar emocional o pensamientos autolíticos, los profesionales recomiendan pedir ayuda de inmediato. En España están disponibles recursos como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), atendido las 24 horas, y el 024, la línea nacional puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad para la atención a la conducta suicida. Ambos servicios son gratuitos, confidenciales y ofrecen acompañamiento especializado a cualquier persona que lo necesite.