Eva Ruiz Martín (57 años), natural de Málaga, vive un momento profesional que define como "fantástico". Tras arrancar una nueva temporada de La tarde aquí y ahora, junto a Juan y Medio, celebra 16 años al frente de un programa que ha marcado un antes y un después en la televisión andaluza. "Hemos llegado a los 4.000 programas, un hito histórico que demuestra que esto es mucho más que televisión", asegura Eva a lavozdelsur.es. Para ella, la verdadera recompensa está en ver cómo cambia la vida de los espectadores que confían en el programa cada tarde.
Desde sus inicios, la vida de Eva ha estado vinculada al espectáculo. Comenzó en los concursos de belleza, convirtiéndose en Maja de Andalucía, Maja de España, Maja Internacional y Miss Queen of Europe. "Fue un punto de inflexión en mi vida", recuerda. Una lesión en la danza, su verdadera vocación, la llevó a explorar otros caminos y descubrir que su pasión estaba frente a las cámaras, comunicando y conectando con la gente.
Un camino de aprendizaje y compromiso
En 1992, Eva se trasladó a Madrid y comenzó su carrera televisiva en Telecinco, compartiendo plató con figuras como Paloma Lago y Laura Valenzuela. Tras un tiempo en la capital, decidió regresar a Andalucía, donde trabajó en Canal Costa del Sol, Canal Málaga y Popular Televisión, presentando programas como Magazine Nocturno. Cada experiencia sumó aprendizajes hasta que, en 2009, se incorporó a La tarde aquí y ahora, un espacio centrado en los mayores que revolucionó la televisión autonómica.
Eva recuerda con emoción su primer día: "Tenía muchas ganas de que aquello funcionara y, al mismo tiempo, era consciente de que podía significar mucho en mi vida profesional". Desde entonces, ha acompañado a innumerables espectadores y ha sido testigo de historias que la han marcado profundamente, como la de Ana Orantes. Personas mayores que encuentran compañía, apoyo y esperanza a través del programa, recuperando ilusión y vínculos que creían perdidos.
La labor social que conmueve
El corazón de La tarde aquí y ahora no está solo en el entretenimiento, sino en el servicio público que ofrece cada tarde. Eva explica que el programa cambia la vida de muchas personas: "No salvo vidas, pero sí almas. Vemos a gente desesperada, sola, que no habla con nadie y, poco a poco, le ayudamos a reconectar con su entorno". Historias de soledad, olvido o abandono se transforman en momentos de esperanza gracias a la cercanía y sensibilidad del equipo.
Los mayores que participan muestran una naturalidad sorprendente frente a las cámaras. "Vienen a saludarnos como si fuéramos parte de su familia. Saben que aquí pueden expresarse sin miedo ni vergüenza", cuenta Eva. Esa confianza se construye día a día, con paciencia y respeto, y es uno de los elementos que hace único al programa.
Complicidad con Juan y Medio
La relación entre Eva y Juan y Medio ha sido clave para mantener la frescura y humanidad del espacio. "Él maneja como nadie el tiempo, la ironía y el sentido del humor. Tenemos una complicidad increíble y hemos aprendido muchísimo el uno del otro", explica Eva sobre su compañero. Juan, por su parte, siempre ha destacado la sensibilidad y profesionalidad de su compañera, señalando que su capacidad de conectar con la gente y su empatía son esenciales para el éxito del programa.
Eva también resalta la importancia de todo el equipo: "Desde el director hasta el taxista que recoge a los invitados, todos forman parte del engranaje. Cada detalle importa, porque queremos que cada persona que viene se sienta cómoda y feliz durante esas horas". Esa coordinación y cuidado hacen que los mayores puedan mostrarse tal como son y que el programa cumpla su misión social.
Un consejo para los que dudan
Durante estos años, Eva ha visto cómo muchos espectadores han cambiado sus vidas gracias al programa. Su consejo a quienes dudan en participar es directo: "Olvídate del qué dirán, de los miedos y la vergüenza. Nadie va a cambiar tu vida por ti. Esta es la oportunidad de encontrar compañía, ilusión y felicidad". La presentadora recuerda con cariño los casos más emotivos y cómo cada pequeño gesto en el plató puede transformar la rutina y la soledad de un espectador.
Tras 16 años, Eva Ruiz Martín sigue demostrando que la televisión puede ser un espacio de humanidad y transformación. Su pasión por acompañar a los mayores, la complicidad con Juan y Medio y la dedicación de un equipo comprometido hacen de La tarde aquí y ahora un programa que no solo entretiene, sino que también toca el corazón de todos los que lo ven.
