El bar Los Tres Reyes, uno de los locales más antiguos de Jerez con más de un siglo de historia, ha incorporado el pescaíto frito a su carta tras la reapertura del pasado mes de abril en la calle Corredera. La iniciativa responde a una petición constante de la clientela, según explicó uno de sus propietarios, Manuel Jesús Ruiz.
"Nos reclamaba la gente la inclusión del pescadito frito porque era una de las identidades del bar", señala Ruiz. El empresario reconoce que la incorporación del producto no fue inmediata después de su apertura en abril, sino que requirió localizar proveedores que pudieran garantizar disponibilidad diaria y calidad constante.
Entre las opciones que ofrece Los Tres Reyes se encuentran gallo, boquerones, acedías, camarones, choco y adobo, aunque es una propuesta que puede ir cambiando en función de la temporada. Se sirven medias raciones, enteras, variado de pescado y cartuchos para llevar, una opción que el bar ha empezado a promocionar.
Ruiz destaca la buena acogida inmediata de la iniciativa: "Lo metimos la semana pasada y ya el fin de semana ha sido un éxito… se acabó el viernes, se acabó todo el sábado y se acabó todo el domingo. El consejo es que se llegue prontito".
Además del pescaíto frito, el bar mantiene su oferta tradicional de tapas frías, montaditos y otros productos clásicos como chicharrones, mojama, queso en aceite, ensaladilla y montaditos de carne mechada o tortilla, disponibles también para llevar.
El establecimiento estuvo cerrado tres semanas en agosto para realizar reformas que incluyeron pintura y reparación de elementos. Según Ruiz, la reapertura coincidió con la temporada baja y la instalación de un andamio en la puerta impedía atender al público con normalidad.
Detalles para recuperar la esencia
El local ha restaurado elementos históricos, como el neón antiguo de la entrada y parte de la decoración interior, incluyendo botellas de vino y brandy en miniatura que datan de varias décadas, manteniendo la esencia tradicional.
El establecimiento, pensando en las zambombas, tiene previsto realizar una buñuelada y actuaciones en la calle, pero está pendiente de recibir los correspondientes permisos para llevarlas a cabo.
Para Ruiz, la combinación de tradición, gastronomía y recuperación de la identidad histórica del bar ha sido clave en la buena acogida de la reapertura y de la incorporación del pescaíto frito, un producto que refuerza su carácter como punto de encuentro en el centro de Jerez.
