En pleno corazón de Jerez, mientras se celebran las tradicionales Zambombas, los paseantes se encuentran con algo inesperado: carteles que parecen villancicos familiares, pero con letras alteradas que hacen sonreír, dudar y, en ocasiones, sacar el móvil para consultar un QR. Esta original iniciativa surge de dos jóvenes de la provincia, Miguel Ángel Pavón Hinojosa y María del Carmen Soriano Ramírez, que han decidido mezclar tradición, humor y cultura local para mantener viva la esencia del cante navideño.
"Con la masificación de las Zambombas, cada vez se canta menos. Se celebra, sí; pero la esencia, el corro, las palmas, las letras de toda la vida, se estaba diluyendo", explica Miguel Ángel a lavozdelsur.es. "Y para colmo, nos dimos cuenta de que mucha gente de Jerez tampoco se sabía los villancicos completos", añade.
De esa observación nació la idea de los carteles, que juegan con la memoria de los ciudadanos: alteran las letras de villancicos tradicionales y colocan un QR que lleva al libreto oficial de villancicos de Jerez. La gracia, señalan sus creadores, está en ver si la gente nota el cambio. "Si no lo nota, es que necesita el libreto", apunta Miguel Ángel entre risas. "Queremos que nadie se quede en blanco delante del coro".
Carteles estratégicos para sorprender
Los carteles no están colocados al azar. "Hemos elegido zonas muy transitadas durante las Zambombas, para que cualquiera que pase pueda toparse con ellos", detalla Miguel Ángel. Entre los puntos elegidos se encuentran calles del centro, accesos a las Zambombas más concurridas -como alrededor de la Iglesia del Carmen, la Plaza Belén o la Plaza San Lucas-, así como los puestos navideños, calle Larga e incluso la salida de la estación de trenes, pensada para los visitantes que llegan a la ciudad en estas fechas.
"El objetivo es que, de camino a las Zambombas, la gente se encuentre con los carteles y recuerde las letras de toda la vida, además de reírse un poco", explica.
Una acogida que sorprende
La respuesta del público ha superado las expectativas de sus creadores. "¡Muchísima!", asegura Miguel Ángel. "Nuestro círculo cercano fue el primero en reaccionar y estaban realmente entusiasmados. Pero nuestra sorpresa fue cuando empezó a coger más alcance: el vídeo se ha compartido mucho y ha llegado a medios como el vuestro".
Pasear por las calles del centro de Jerez se ha convertido en una experiencia interactiva. "Poniendo los carteles hemos podido ver cómo la gente se para y se ríe. Muchos forasteros nos comentan que realmente se han dado cuenta de que vienen a las Zambombas sin saberse las letras, y no solamente los visitantes… También los jerezanos se sorprenden", explica Miguel Ángel. La iniciativa está cumpliendo su objetivo: recuperar el espíritu de cantar juntos y mantener viva la tradición.
Dos jóvenes, un proyecto por amor a la cultura
Miguel Ángel y María del Carmen, que trabajan en agencias de publicidad de Andalucía en áreas de creatividad, diseño y creación de contenido, aclaran que este proyecto es totalmente personal. “Lo hacemos por cariño a la tradición y porque nos dolía ver las Zambombas sin cante”, aseguran. Ambos destacan que su pasión por la cultura local ha sido el motor para llevar a cabo esta idea y acercar a jerezanos y visitantes a la esencia de la Navidad en la ciudad.
En redes sociales, la iniciativa puede seguirse a través de sus cuentas: @mb.copywriter y @mcsorar. Allí comparten imágenes, vídeos y reacciones de los ciudadanos que se topan con los carteles, además de pequeñas sorpresas y retos relacionados con los villancicos.
Con esta acción, los jóvenes han logrado que el paseo por Jerez en Navidad no sea solo un camino hacia las Zambombas, sino también un recordatorio lúdico de la tradición musical de la ciudad. Entre risas, palmas y un QR que lleva al libreto, la esencia del villancico jerezano parece volver a sonar con fuerza, justo donde nunca debería perderse: en la memoria y la voz de quienes lo cantan.
