Lorenzo Hinojosa, gestor del comedor social Nos Importas Jerez, recorrerá la distancia existente entre Jerez y Santiago de Compostela para recaudar fondos para alimentos.
“Siempre me ha gustado ayudar a la gente”, dice Lorenzo Hinojosa, que gestiona el comedor social Nos Importas Jerez, ubicado en la calle Juana Jugán de Jerez, que cumplirá dos años de vida a final de septiembre. Pero antes ya estuvo repartiendo comida en Estella del Marqués, su localidad natal, donde cada domingo daba platos de macarrones a más de 80 familias. Su propia madre era quien cocinaba la pasta, con tomate, carne picada, atún, o lo que hubiera. Los alimentos los donaban vecinos de la pedanía, comercios y todo aquel que quería ayudar tras ver alguna de las publicaciones de Lorenzo en redes sociales. Con Solidarios Estella del Marqués, que es como se llamaba la organización que ayudaba a personas sin recursos, empezó la historia solidaria de este jerezano que, dos años después de comenzar esa aventura solidaria, vio cumplido su sueño de abrir un comedor social. Desde entonces los ayuda la Fundación Kalonge (Alemania), que es la que hace posible que, ahora, Lorenzo y el equipo de voluntarias que trabaja con él, den sustento a medio centenar de bocas hambrientas.
Sus metas van más allá y, tras reclutar a dos usuarios del comedor y acondicionar una furgoneta para la ocasión, este sábado 9 de septiembre pondrá rumbo a Santiago de Compostela, un trayecto que hará andando o en bicicleta, con el objetivo de recaudar fondos para Nos Importas Jerez y sus beneficiarios. “Es una locura, pero ya no hay marcha atrás”, apunta Lorenzo, quien pocas horas antes del comienzo de este reto se ha rapado la cabeza en solidaridad con las personas enfermas de cáncer. “Quién me conoce sabe que soy amante de mi pelo”, señala, pero aún así lo hizo. Y sin muchos pelos en la cabeza, pero con mucha ilusión, saldrá desde la venta Las Cuevas de Estella, a las 10:30 horas, dispuesto a completar los 900 kilómetros que separan Jerez de Santiago.
Lorenzo asegura que no tiene prisa por llegar. “Depende de las fuerzas que tenga, así iremos parando", señala. Con él irán dos usuarios del comedor en una furgoneta, adquirida por la Fundación Kalonge, preparada para el reto: le han forrado el suelo para tender colchones, instalado cajoneras, colocado persianas, un bombo de agua para asearse y un televisor. “La que se avecina lo tengo que ver todos los días”, bromea Hinojosa, quien añade: “Los usuarios no quieren que me vaya… porque soy el único que sabe manejar la máquina de café”. La idea es emprender el camino por la Ruta de la Plata pero, insiste, sin marcarse un número de kilómetros diarios. “Haré como con el comedor, que iba creándolo día a día”, señala.
El gestor de Nos Importas Jerez calcula que tardará unas 180 horas en completar el trayecto, para el que se ha estado preparando. “Siempre he hecho deporte, me tenía que mentalizar psicológicamente”, dice. Y eso ha hecho. Durante el trayecto grabará vídeos en directo a través de redes sociales y relatará los pormenores de una travesía que promete ser “muy dura”, y para la que ha buscado patrocinadores que sufraguen los gastos del viaje, con el que pretende recaudar, calcula, unos 1.000 euros para comida.
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