La Fonda Barranco celebra, en el marco de la International Sherry Week, la primera cata dirigida a personas sordas a través de lenguaje de signos.
En la calle Barranco, a medio camino entre la nada casi absoluta del solar de la plaza Belén y el triste edificio apuntalado a espaldas de la comisaría de Policía, se alza un remanso de paz llamado La Fonda Barranco. Lo que fue una antigua casa familiar de mitad del siglo XIX se convirtió, ya a principios del XXI, en un coqueto alojamiento hotelero de la mano de dos irlandeses, David Murray y Geraldine Fitzpactrick, que decidieron apostar por este deprimido entorno incluso cuando ya se barruntaba que el proyecto de la Ciudad del Flamenco quedaría en nada. “Ya en el siglo XVIII esta parte del casco histórico se abandona, así que no es algo nuevo, pero los políticos actuales han seguido mirando a otro lado. Este Ayuntamiento no ve más allá de sus narices, porque se puede adecentar el centro sin gastar mucho dinero. ¿Qué le costaría encalar las fachadas y quitar los jaramagos de los edificios de su propiedad, al menos, para que parezcan habitados?”, se pregunta Alejandro Abrio Maraver, actual gerente del establecimiento, que desde que se hizo con las riendas del negocio no ha parado de trabajar para convertirlo en uno de los referentes del sector en la ciudad. Sólo hay que echarle un vistazo a las estupendas críticas en portales especializados como Tripadvisor o Booking.com e incluso de periódicos de la talla de The Times, que lo considera entre los 20 mejores bed & breakfast de Europa.
Pero La Fonda ha seguido dando pequeños pasos para hacer más agradable la estancia de sus clientes, hasta el punto de que el pasado septiembre fue reconocido como el primer establecimiento hotelero accesible para sordos de toda España. Esto, además, le ha servido a Alejandro para idear la primera cata para este colectivo en el marco de la International Sherry Week, que se celebra en todo el mundo esta semana.
Abrio, desde los 20 años ligando al mundo de los hoteles, explica que siempre se ha mostrado sensible por las personas con discapacidad auditiva, aun sin tener ninguna persona en su familia que padezca sordera. Además, en una anterior etapa en el malogrado hotel Chancillería, comenta que su por entonces jefa estaba muy concienciada con el tema de la accesibilidad. “Yo allí llegué a trabajar con personas con parálisis cerebral, que también tienen derecho a viajar, y también aprendí el lenguaje de signos. Cuando me hice con La Fonda Barranco ya me plantee dar un paso más”.Fue gracias a un cliente como pudo conocer a una empresa madrileña dedicada a la interpretación de signos: Comunicados. A través de Skype, las 24 horas del día ponen a disposición de La Fonda una persona con conocimiento del lenguaje de signos para que pueda comunicarse, llegado el caso, con cualquier cliente sordo que se aloje en el establecimiento. De ahí que cuando reciben la invitación de que propongan una iniciativa para la International Sherry Week, se les ocurriera celebrar la primera cata para personas sordas y a través del lenguaje de signos. “Es la primera vez, que sepamos, que se va a celebrar este tipo de cata”, señala Alejandro, para lo cual contarán con la colaboración de Cecilia Rodríguez, de la empresa enoturística Spirit Sherry y de la propia Comunicados, que trasladará a un intérprete de signos hasta Jerez para celebrar la cata. La misma, señala Cecilia, no variará con respecto a las que suelen celebrar normalmente: se presentarán los vinos –fino, amontillado, oloroso y cream-, se contará su proceso de crianza y se explicarán con qué maridan mejor.
Las catas se celebrarán el miércoles 9 y el viernes 11 de noviembre a partir de las 18 horas y están abiertas a todo el mundo, aunque tendrán preferencia las personas sordas. Para reservar plaza hay que llamar al 956 332 141 (La Fonda Barranco) o al 673 232 507 (Spirit Sherry).
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