Juan José Cordero ha sido uno de los colegiados seleccionados para dirigir los encuentros de la fase final de la Eurocopa de fútbol sala en Eslovenia, del 30 de enero al 10 de febrero.
En el mundo del deporte, en el que el protagonismo siempre recae sobre los jugadores, los árbitros están constantemente bajo la lupa y solo se habla de su trabajo cuando tienen un fallo que afecta de una u otra forma al desarrollo de un partido. A pesar de ello, Juan José Cordero, trencilla gaditano de fútbol sala, afronta las fiestas navideñas de este año con una ilusión especial. Él ya está en la élite de su disciplina. Lo ha logrado. Desde 2003 dirige encuentros de la máxima categoría nacional y desde 2014 es árbitro internacional. El próximo mes de enero, en Eslovenia, estará presente por primera vez en una gran cita continental. A sus 39 años, el colegiado portuense cuenta con la experiencia necesaria para ser consciente de que arbitrar una Eurocopa no es nada sencillo.
“Mi padre fue árbitro de fútbol sala antes de pasar a ser el delegado local de árbitros de El Puerto”, comienza explicando Cordero, que empezó a pitar “a los 13 años en partidos de niños pequeños y de ahí pasé a categorías locales”. Entonces, comenzó una carrera meteórica y rápidamente subió escalones practicando “lo que al principio era un hobby, me dedicaba al entrenamiento de la semana y poco más”.
En España no existen dudas de que el deporte rey es el fútbol… once. Preguntado por si se planteó en algún momento arbitrar esta clase de partidos, el trencilla no muestra dudas y basa su convencimiento en que “mi padre era árbitro de fútbol sala y nunca me dio por el otro, aunque tengo que reconocer que alguna vez me habría gustado probarlo”. Profesionalmente su vida también va ligada al deporte. De hecho, el mundo del arbitraje en el fútbol sala no es más que “un complemento a final de mes”, tal y como aclara Juan José, técnico de mantenimiento en la ciudad deportiva de El Puerto de Santa María. “A mí lo que me mantiene es mi trabajo, aunque a veces se llega a un nivel en el que sí se convierte en una ayuda”, relata.
Cuando tiene más trabajo como mantenimiento es, precisamente, los fines de semana, cuando el ritmo en las diferentes pistas es frenético. “¿Cómo me las arreglo? Pues con días de asuntos propios o con muchos favores de compañeros”, explica Juan José entre risas, “pero es complicado, aunque hasta el día de hoy no he tenido problemas para compaginarlo”. Y es que, al final, arbitrar partidos de fútbol sala le ha permitido, entre otras cosas, “conocer toda España y parte del mundo, además de relacionarme con muchísima gente”, relata el portuense, que el pasado fin de semana cuenta, a modo de ejemplo, que estuvo “en Peñíscola, nos fuimos a las seis de la mañana del sábado y hasta el domingo por la tarde no volvimos”.
El 27 de enero, por tanto, debe estar en Eslovenia para dirigir los encuentros de la Eurocopa, en la que será su primera vez en una gran cita europea, que se disputará del 30 de enero al 10 de febrero. No obstante, ya ha arbitrado la Copa de Japón a través de una invitación, mundiales universitarios o la UEFA Futsal Cup (lo equivalente a la Champions League), además de finales de Liga, Copa y Supercopa de España. Sin embargo, a pesar de ser un árbitro situado en la élite, no se dedica solo a pitar en jornadas de la máxima categoría nacional, sino que “arbitro dos fines de semana en División de Honor y el resto en los partidos que haya en Cádiz, ya sea Segunda B, Tercera o femenino”, explica Juan José Cordero con una sonrisa en la cara que no se le borra en ningún momento.
Conoce a todos los futbolistas gaditanos de División de Honor. Y es que la provincia gaditana siempre ha sido una prolífica cantera de jugadores de fútbol sala, como él mismo reconoce. “De Cádiz hay jugadores, contando solo los de la élite, para formar un equipo potente y muy competitivo, pero pasa lo de siempre”, explica refiriéndose a la falta de un apoyo económico que dé viabilidad a un proyecto deportivo. En cuanto al trabajo, aprovechará su periodo de vacaciones para pitar en Eslovenia porque, al final, “vacaciones como tal para disfrutar con mi mujer y mi hijo no tengo”, el aspecto más importante del que le priva el arbitraje.
Aún le quedan cinco años para retirarse, pero Juan José sigue demostrando ser uno de los mejores colegiados del fútbol sala nacional y su designación para participar en un gran evento como un Europeo así lo refrenda. Hasta entonces, continuará entrenando cada semana para mantenerse en una forma física que le permita desarrollar sus labores, “porque ya no tenemos 20 años”, sentencia mientras se ríe.
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