Una década ha durado Worten en Jerez. La firma portuguesa ha perdido el pulso con su competidor directo después de desembarcar en España en busca del sector de la electrónica a precio algo menor al de los competidores. Tomó el mismo perfil que MediaMarkt, que siempre ha tenido un impulso mayor en el conocimiento popular por campañas publicitarias más agresivas. Ambas, sin embargo, se han visto dañadas por el actual contexto económico y social: los clientes optan, cada vez en mayor medida, por la compra online. Obvias son las razones en mitad de una pandemia.
Lo cierto es que el cierre no es solo en Jerez. El portal especializado Marketing4Ecommerce.net recoge las declaraciones del CEO de MedaMarkt Iberia en la que habla de la adquisición de 17 tiendas Worten, conocido desde mediados de enero. Y el portal habla también de pérdidas de Worten de 350 millones en los últimos 12 años. El acuerdo Worten-MediaMarkt subrogaba los empleos de esas 17 tiendas, 273 personas, que pasarán a trabajar bajo la nueva marca. Worten seguirá operando con una central en Madrid para el canal online, y con sus tiendas en las Islas Canarias, 15, que no entraron en el acuerdo. Pero a Jerez le ha tocado estar en las 14, y a sus trabajadores, en la de 222 empleos que se perderán.
De esta forma, se calcula al menos una docena de puestos de trabajos perdidos en Jerez. La secretaria general de la Federación de Servicios del sindicato en Cádiz, Begoña López, explica que "vamos a intentar la menor afectación posible. El ERE se está negociando a nivel estatal". La cuestión es que MediaMarkt, al tener ya tienda en Jerez, no ha tenido intención de subrogar a esos trabajadores por el momento, aunque esta situación llega mientras sigue avanzando el traslado de la actual tienda, ubicada en la salida de la ciudad en dirección a la Bahía en la zona de Guadabajaque, hasta Área Sur, ocupando una importante zona comercial.
El temor más que claro es que, mientras comienza un periodo de venta a precios reducidos, haya poco o nada que hacer para mantener esos empleos. Una nueva pérdida en la ciudad, machacada por la crisis de los autónomos en esta pandemia, y por otras noticias como el ERE de Holcim. El sector servicios, ese que de cierta forma tiraba del carro en una ciudad desindustrializada desde hace años, no levanta cabeza.
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