Rocío Vázquez, la joven que perdió un ojo en la Nochevieja de 2007 a causa de un petardo lanzado por unos vecinos en Los Albarizones, pide a la sociedad un mayor respeto y recuerda que están prohibidos lanzarlos a la calle.
Rocío Vázquez perdió un ojo por culpa de un petardo lanzado en la barriada de Los Albarizones una Nochevieja de hace nueve años. A pesar de hechos tan graves como aquel, parte de la sociedad jerezana todavía no se ha concienciado sobre los peligros que conlleva lanzar o manipular artefactos pirotécnicos. El ejemplo, el árbol que salió ardiendo la pasada Nochebuena. "Siento horror cada Navidad porque no puedo salir a la calle por miedo, no quiero que mis hijos salgan a la calle e intento que estén todos en casa por el miedo que yo tengo. Lo que me ha pasado le puede pasar a cualquiera”, señala Rocío, en el Ayuntamiento junto a la alcaldesa, Mamen Sánchez, que hace un llamamiento a “la convivencia y al respeto de todos hacia todos durante las fiestas navideñas en relación al uso de petardos y material pirotécnico”.
Este llamamiento, indicó la regidora, "ha partido de Paqui Márquez -madre de Rocío-, que ha pasado un calvario junto a su hija por el efecto de los petardos”. Que muchos jerezanos siguen sin concienciarse acerca del mal uso de estos artefactos es que la Policía Local ha intervenido más de 500 en lo que llevamos de navidades.
"Estamos recibiendo llamadas de personas que padecen del corazón y es un gran riesgo para los niños que los manipulan. Es un problema, insistimos, de concienciación porque hay padres que le compran estos petardos a sus hijos. Quisiera recordar que está prohibida su venta en los kioskos y su lanzamiento en la vía pública", ha añadido la alcaldesa.
Paqui Márquez, ha agradecido a la alcaldesa que “traslade este llamamiento. Hay muchos padres que no son conscientes de lo que hacen al comprar a sus hijos los petardos, que además están prohibidos para lanzarlos en la calle. Seguimos luchando en los juzgados para que se haga justicia en el caso de mi hija”.
El Bando Municipal, publicado en la web municipal, describe las normas establecidas para la venta, suministro y uso de material pirotécnico, de acuerdo con la normativa vigente, que prohíbe la venta y el suministro de productos pirotécnicos en aquellos establecimientos que no cuenten con las preceptivas licencias gubernativa y municipal. De igual modo, se prohíbe su venta a aquellas personas que manifiesten de forma clara que pueden encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes.Asimismo, no se podrán comercializar para menores de 12 años. No obstante, se podrán vender a mayores de la citada edad artificios de pirotecnia “de muy baja peligrosidad y nivel de ruido insignificante, destinados a uso en zonas delimitadas, incluidos los artificios de pirotecnia destinados a ser utilizados dentro de edificios residenciales”.
Igualmente, se podrán comercializar a mayores de 16 años “artificios de pirotecnia de baja peligrosidad y bajo nivel de ruido para ser utilizados al aire libre en zonas delimitadas”. También se podrán comercializar para mayores de 18 años “artificios de pirotecnia de peligrosidad media destinados a ser utilizados al aire libre en zonas de gran superficie y cuyo nivel de ruido no sea perjudicial para la salud humana”.
El Bando Municipal igualmente recoge de manera expresa que “la manipulación o disparo de cohetes, petardos y en general fuegos artificiales está prohibida salvo que se cuente con la autorización municipal expresa. En todos los casos se deberán tomar las precauciones debidas para evitar accidentes y molestias a las personas en vías y espacios públicos dentro del término municipal”.
La Policía Local, en colaboración con el resto de fuerzas y cuerpos de Seguridad, velará por el estricto cumplimiento de esta normativa, denunciando así las infracciones cometidas, lo que conllevará la incoación del oportuno expediente sancionador y la incautación del material pirotécnico, incluyendo aquellas partidas encontradas en establecimientos o puntos de venta no autorizados.
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