entrevista_perico_fernandez_04
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Pedro Fernández es protagonista no solo por su historia de superación, sino por haber sido escogido uno de los mejores deportistas del año 2014 en la provincia de Cádiz. Una mención sin duda que le emociona y le hace seguir entrenando día a día para llegar a ser campeón de España de tenis de mesa para discapacitados.

Como cualquier niño, Pedro Fernández (Jerez, 19 de septiembre de 1981) soñaba con llegar a ser como alguno de sus ídolos deportivos. Raúl o Zidane eran los héroes del deporte a los que este jerezano intentaba emular en su niñez. A lo largo de los años, Pedro ha crecido como una persona más, superando barreras pero sin perder la ilusión y la exigencia consigo mismo. Nació siendo víctima de la talidomida, un fármaco alemán que causó gravísimos daños a los hijos de las mujeres que la tomaron y que confiaban en que tendrían todas las garantías sanitarias.

Pese a todo, Pedro es protagonista no solo por su historia de superación, sino por haber sido nombrado uno de los mejores deportistas del año 2014 en la provincia de Cádiz. Una mención sin duda que le emociona y le hace seguir entrenando día a día para llegar a ser campeón de España en tenis de mesa. Aunque tiene una tarea complicada para ser campeón, el año pasado logró el tercer puesto, una posición que esperar superar. “Estoy entrenando a tope para luchar en el campeonato. Mi reto es lograr el subcampeonato porque para llegar al primer puesto hay que tener mucho nivel. Soy consciente de que voy a tener una rivalidad importante, pero en este deporte nos vamos conociendo todos poco a poco y conocemos las armas de unos y otros. Me siento orgulloso de llevar el nombre de Jerez por todo el panorama nacional”.

Rivales preparados y un campeonato que será duro, todo un cuadro escénico en el que Pedro deberá esforzarse al máximo para poder superarlo. A pesar de todo, las barreras son algo que este jerezano ha ido consiguiendo esquivar a base de tesón y lucha. “Siempre he sido un luchador. Nunca me he puesto barreras y las que he ido encontrando las he superado.  Recuerdo que cuando empecé, los entrenamientos fueron muy duros, además de que tenía veinte kilos de más en mi cuerpo. Lo mejor de todo es que nunca he perdido la ilusión y jamás lo haré, porque el día que lo haga me dedicaré a otra cosa”.

Además de entrenar, actualmente Pedro se encuentra finalizando sus estudios de relaciones laborales y perfilando su proyecto empresarial. Una asesoría laboral de la que espera poder vivir en el futuro sin perder de vista el golpeo a la pelota con la pala. “Me gustaría terminar mi carrera y montar mi proyecto empresarial. Estoy dedicando mucho tiempo a mi futuro sin perder de vista el tenis de mesa. Cuando tengo hueco le dedico más tiempo a practicar, porque me gustaría mejorar la técnica y sobre todo soltar los miedos. El deporte es una forma de vida y no tengo pensado dejarlo”.

El apoyo del público en los campeonatos es uno de los factores con los que Pedro trata de forjar una relación. Ha tenido la oportunidad de competir en diferentes zonas de España como Valladolid, un lugar del que no se olvida como muchos otros y donde sintió el calor de la grada como en ninguna parte. “Poco a poco voy creando más expectación. El apoyo del público es uno de los refuerzos que tengo en cada partido. Esos ánimos son una motivación para mí”.

Aunque la mayor parte de los deportes están adaptados a los discapacitados, Pedro es consciente de que en muchos casos siguen existiendo barreras. “En mi ámbito deportivo tenemos un buen trato por parte de la Federación Española y Andaluza, pero en otras disciplinas he encontrado barreras. He intentado entrar alguna vez y han puesto pegas, algo que no entiendo porque la mayor parte de los deportes están adaptados. Si una especialidad deportiva quiere llegar a competir de manera profesional, tiene que estar adaptada, pero parece que en muchas ocasiones no se quieren complicar”.

La familia de Pedro ha sido uno de los grandes apoyos que ha tenido a lo largo de su lucha personal, además del club DKV Ergo Jerez, que le recibió con las puertas abiertas nada más empezar su carrera deportiva. “Mi familia es quién más me ha exigido a lo largo de los años. He tenido mucha libertad y autonomía por parte de ellos. Siempre he tenido su apoyo y espero poder recompensarlo algún día, al igual que el club en el que entreno. Desde el primer día siempre me han pedido más y yo se lo he dado”.

Pese a que el deporte sea la ruta de escape en su vida, no pierde de vista el caso de las víctimas de la talidomida. Su aprendizaje a lo largo de la vida le ha permitido madurar en este aspecto y es consciente de que un día se hará justicia. “Los gobiernos se han dedicado a echar balones fuera siempre, ya sean de izquierdas o de derechas. Es algo lamentable por desgracia, pero eso sí, se han llevado el dinero calentito todos. Con todo lo que se han llevado se habría resuelto nuestro problema. Las indemnizaciones que nos corresponden han sido por una negligencia farmacéutica, por lo tanto si ha sido así, deberían pagarnos como se ha hecho en otros países. Yo intento no calentarme la cabeza con este tema porque las personas tenemos que ayudarnos unas a otras. Gracias al apoyo de muchas personas y al esfuerzo que hago a diario he salido hacia delante. Con la indemnización en mi caso solo pretendo darles a mis padres una vejez digna”.

Sobre el autor:

Borja García Tejero

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