La final de Gran Hermano 20, celebrada durante la noche del jueves, estuvo marcada por la emoción y la intensidad, pero para Jerez hubo un motivo especial para celebrarlo: Rocío, la jerezana, ganó la edición más breve y atípica del programa tras su cancelación por pocas audiencias. Desde su entrada en la nueva casa de Tres Cantos, se ganó la atención del público por su cercanía y su capacidad de transmitir emociones auténticas. Junto a Desirée, también de Jerez y quien se quedó a las puertas de la final, pasó a la historia como las dos primeras personas en entrar en esta nueva casa, aunque ambas concursaban por separado.
Rocío llegó a la final tras superar semanas de convivencia intensa y pruebas que pusieron a prueba su carácter y su resistencia. Los finalistas de la noche fueron Rocío, Cristian, Aquilino y Raúl. El primero en ser expulsado fue Raúl, seguido de Aquilino, que quedó en tercer puesto, dejando a Rocío y Cristian disputando la victoria hasta el último instante. La jerezana se mostró siempre emocionada y reflexiva, consciente de que había vivido una experiencia que marcaría su vida para siempre.
Despedidas y emociones en la casa
En los últimos momentos dentro de la casa, Rocío recibió el mensaje del Súper: "Regresas con tu familia, con los tuyos, con tu Desi, con Ares, con Currito, pero no olvides nunca que aquí dejas otra familia construida con convivencia y emociones compartidas." Rocío, entre lágrimas, respondió: "¡Qué bonito! Te voy a echar de menos. Te quiero." La despedida de la casa fue un momento cargado de sentimientos, que reflejó la intensidad de todo lo vivido durante la edición.
La jerezana celebra su triunfo
Finalmente, Jorge Javier Vázquez anunció al ganador: "¡La audiencia ha decidido que debe ganar Gran Hermano 20, Rocío!" La emoción se desbordó y compañeros, familiares y amigos celebraron junto a ella. Entre abrazos y lágrimas, Rocío recogió el cheque de 300.000 euros entregado por Juan, el ganador de la edición anterior, y abrazó a Desirée, su amiga y compañera de ciudad que entró con ella en la casa. El confeti cayó sobre el plató mientras Rocío celebraba su triunfo, un motivo de orgullo para Jerez.
Rocío vivió esta aventura con ilusión y entrega y regaló los mejores momentos de la edición con su gracia natural. Se despidió de la casa con la satisfacción de haber dejado una huella imborrable en los espectadores. Su triunfo no solo fue personal, sino también un reconocimiento a Jerez, que celebró que una de sus vecinas alcanzara el premio más codiciado del reality.